Luego de la balacera que el pasado viernes a la noche se registró en Unidad Penitenciaria III de Zeballos al 2900 tras una presunta pelea de internos, volvieron a reclamar el cierre de la cárcel rosarina.
Lo hizo el vicepresidente primero del Concejo, Roy López Molina, quien adelantó que pedirá a la Municipalidad que envíe una propuesta para iniciar un debate sobre el futuro del predio.
"La pelea de internos, el intento de motín y el consecuente temor de los vecinos que por largos minutos escucharon decenas de disparos es apenas una muestra más de la necesidad de trasladar el funcionamiento a un espacio con mejores condiciones para los internos, los trabajadores y el entorno. Vamos a insistir para que el gobernador Omar Perotti impulse su cierre definitivo", señaló el titular del bloque Cambiemos.
López Molina recordó que un nuevo destino a la manzana, anunciado en distintas oportunidades, fue postergado por la superpoblación de la Unidad de Piñero, la demora en la ampliación de otras instalaciones y la necesidad de alojar a presos federales en Santa Fe, entre otros inconvenientes carcelarios.
Sin embargo, recordó que en mayo se registró un episodio similar al del viernes, pidió "no tapar un problema con otro" y "planificar la ciudad a futuro".
"La cárcel, construida en 1888, quedó en el macrocentro de la ciudad y eso es un problema tanto para los habitantes de la zona como de infraestructura para el normal funcionamiento del Servicio Penitenciario y los internos. También, para el valor de las viviendas que la rodean", amplió el dirigente.
"Solicitaremos al Departamento Ejecutivo que envíe al Concejo la propuesta para fijar indicadores urbanísticos", adelantó el edil rosarino y recordó que cuando Pablo Javkin era edil promovió "un concurso público para definir un destino en el que convivan viviendas, espacios verdes y actividad comercial".