Las heridas de bala que presentaba el jefe de la Policía Federal Argentina (PFA) delegación Santa Fe, Mariano Valdés, tras el ataque en la autopista Rosario-Buenos Aires, abrió un interrogante en el marco de la causa. Si bien no se descarta ninguna hipótesis y se aguardan los resultados de distintas medidas, la información sobre la posible distancia de los disparos efectuados hizo rever las líneas investigativas que tienen en el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Según información que recibió Rosario3, el comisario de 51 años tiene heridas de bala que, por ciertas características de los orificios, hacen presumir que recibió los balazos a una distancia estimada en 30 centímetros. El jefe policial estuvo internado primero en un hospital de Arroyo Seco el lunes de la semana pasada y luego fue trasladado al Sanatorio Mapaci de Rosario, donde quedó internado y después recibió el alta.
En Fiscalía no descartan ninguna hipótesis sobre el ataque a Valdés. Desde los primeros pasos de la investigación fue el fiscal general Jorge Baclini quien dijo que no había línea investigativa con mayor robustez que otra. Por las dos declaraciones de Valdés ante personal de Fiscalía se presume que pudo haber sido víctima de un intento de robo "al voleo". Sin embargo, también los disparos pudieron provenir de una interna en la fuerza federal, por un problema interpersonal con la acompañante del auto, o de una banda criminal que lo baleó tras seguir sus pasos.
A una semana del hecho se obtuvieron algunos avances: se conoció el lugar, que es a casi 200 metros del puente de acceso a Villa Constitución; se secuestraron vainas adentro del Ford Focus de Valdés y en la zona donde se supone que fue el ataque; y se incautaron restos de yerba y vidrios que son del rodado en el que se desplazaba la víctima. Además, se constató que la huella de neumáticos cerca del puente pertenecen al móvil no identificable del jefe policial.
El dato de la distancia corta de los disparos que recibió Valdés puede cambiar la causa, ya que según declaró la víctima el ataque provino desde el exterior (se supone que se bajaron de una camioneta e intercambiaron disparos). Si la distancia de los tiros fue de aproximadamente 30 centímetros, la línea del robo "al voleo" podría perder fuerza. Al mismo tiempo, cobrarían relevancia otras: un problema interpersonal con la acompañante del auto o una interna en la fuerza federal.
Esas hipótesis podrían caber por dos motivos: además de la distancia de los tiros, el dato preciso del rodado en el que se desplazaba Valdés. Hasta el momento no se hallaron huellas de neumáticos de otro vehículo. Se espera el resultado del estudio sobre las vainas secuestradas cerca del puente a Villa Constitución, que ya se sabe que son de una pistola Bersa (arma distinta a la que llevaban el comisario y la acompañante).
Lo que no parece cerrarle a los que trabajaron y trabajan en la causa son los disparos que tiene el Focus. Sobre todo, tres que tiene el apoya cabezas del conductor. "Si le tiraban así con él adentro lo mataban directamente. Y la acompañante no podría haber resultado ilesa por la posible trayectoria que fue de afuera hacia adentro desde el lateral izquierdo del auto", comentó una fuente judicial.
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