Este miércoles por la mañana balearon otra vez una institución de la ciudad, los Tribunales federales de Oroño y San Luis, ni más ni menos. El ataque fue perpetrado por una persona que pasó a pie y a cara descubierta gatilló contra la garita de seguridad. En el lugar llamó la atención el hallazgo de una bala 9 milímetros sin disparar en la mismísima puerta.
El ataque armado contra el edificio de Justicia causó, de nuevo, gran conmoción en la ciudad. Sobre todo, por el desparpajado de quien lo llevó a cabo. Ocurrió alrededor de las 3.20 de la madrugada y hacia las 10 de la mañana, la policía vallaba la zona en busca de evidencias.
A los orificios en las ventanas de la garita que dejó un tiro, se sumó, sorpresivamente, el hallazgo de un proyectil entero que podría haber sido dejado a modo de amenaza o bien, sencillamente, se le podría haber caído a quien gatilló.
Para el atacante, el atentado pareció simple: pasó y baleó. Ahora analizaban el resto del predio y las cámaras de seguridad para determinar quién fue. También rastrillaban la escuela Misericordia, ubicada al lado de Tribunales en busca de cualquier otra evidencia.