Romina, la titular de un minimarket asaltado este martes al mediodía en Zeballos e Italia, donde un ladrón y un cliente resultaron baleados, narró cómo fue el violento enfrentamiento con el ladrón en el interior del comercio.
Con un corte en la cabeza y su remera manchada con sangre, la mujer dijo a la prensa estar aún “muy asustada pero más tranquila”.
“Desgraciadamente esto pasa siempre, nunca tan grave pero pasa siempre. Dentro de la malo siempre hay algo bueno y es que hubo gente que socorrió rapidísimo”, señaló.
Sobre lo ocurrido minutos antes en el local de Italia al 1500, recordó: “El hombre entró a comprar, le vendí, pegó media vuelta como que se iba pero sacó el arma, la cargó y el cliente que estaba adentro conmigo intentó defendernos. Se tiró arriba, empezó el forcejeo y en un momento sonó el balazo”.
Por ese primer disparo resultó herido en una pierna el cliente. Romina reaccionó de forma inesperada: “Agarro el termo y fui derecho a pagarle al delincuente para sacarlo. Él ni se mosqueó (por el golpe). El cliente ya estaba en el piso baleado. Agarré la puerta y lo saqué afuera (al ladrón), a los gritos, el cliente a los gritos también”.
En ese momento de máxima tensión pasó por la puerta del local un policía vestido de civil ("un ángel", dijo ella), quien dio la voz de alto al delincuente.
“Yo volví con mi cliente que estaba baleado en la pierna, y fracturado también”, comentó la comerciante, quien dijo que sufrió el corte en la cabeza por el “forcejeo” y, en principio, al chocar contra una “estantería”.
Sobre la situación dramática con el asaltante que le tocó vivir, analizó: “Es dueño de tu vida ahí adentro, tenía un arma él, te denfedés o bueno, no sé, uno reacciona”.
La secuencia siguió fuera del local. El ladrón fue perseguido y la Policía lo hirió a dos cuadras de ese lugar. Los baleados estaban fuera de peligro. Había un segundo ladrón que estaba prófugo.