Una vecina que fue clave para el hallazgo de los cuerpos de Tamara Marionsini (53 años) y Silvio Rubén Martini (65) en el interior de su casa de Vera Mujica al 4800, hecho por el que está prófugo el ex prefecto Mauricio Marionsini (33) –hijo de la mujer–, contó que el operativo policial del pasado sábado surgió a partir de una situación inusual: que la pareja no había abierto temprano su kiosco situado en el mismo inmueble. A eso se sumó que los habituales clientes fueron atendidos por una ventana por el sospechoso, quien en diciembre pasado le había mordido la cara a su madre, quien recientemente había terminado las sesiones de quimioterapia por estar en tratamiento por un cáncer.
“Tamara era como mi mamá, yo siempre fui como su hija. El sábado nos juntamos a almorzar con amigos y le pedí a mi marido que compre pan En lo e’ Mara (así se llamaba el kiosco de la pareja) y al rato volvió y me dijo que estaba cerrado. Ahí pensé: qué raro, si nunca cierra. A la tarde salimos a despedir a nuestros amigos y lo veo al empleado que se va del negocio. Le pregunté qué le pasaba y me respondió que en la casa estaba Mauricio, que le dijo que Mara se había quebrado la cadera y el pelado la había llevado al médico”, comentó a Radio 2 la vecina.
Ante las dos circunstancias, del negocio cerrado y de la respuesta que había recibido el empleado, la mujer optó por comunicarse con Tamara vía Whatsapp. “Era raro que él esté acá porque en diciembre la había mordido la cara. Había un quilombo bárbaro porque ella se iba a casar y él no quería. Él quería la casa”, añadió.
“Le pregunté por Whatsapp qué le pasaba. Me rechazaba las llamadas, me respondía por texto que se había peleado con Silvio. Y me dijo: ¿No tengo derecho a no abrir el negocio? Era todo rarísimo. Ella siempre me respondía con audios”, amplió la vecina.
La mujer relató que una vez que llamaron a la Policía tuvieron que saltar por el portón porque la puerta de ingreso estaba trabada. “Estaba todo revuelto. Ella estaba al lado del freezer apuñalada, desnuda, dentro de una bolsa de consorcio. Y su pareja estaba en el cuarto de atrás. No sé si no quiso meterlos en el freezer”, comentó.
Según pudo saber Rosario3, Mauricio Marionsini pidió la baja de Prefectura en 2019 luego de que le iniciaran un sumario administrativo por una denuncia que trascendió contra él por una estafa a un familiar. Desde entonces, se mudó a Miami con su pareja y regresó el año pasado, momento en el que empezó a intimidar a su madre para que venda la casa y la llave del negocio porque necesitaba dinero para saldar una deuda, de acuerdo a lo indicado por investigadores policiales.
“Estaba enfermo, consumía. Era un pibe muy bueno, con el que se podía charlar. Pero cambió desde que llegó de Miami”, concluyó la vecina que habló con Radio 2.