Un grupo de vecinos que viven en la zona de 27 de Febrero y 1 de Mayo viven un verdadero calvario desde principios de febrero. Según denunciaron, todas las noches tienen delincuentes caminando por los techos y dejándoles mensajes amenazantes para que abandonen sus propiedades.
“El 9 de febrero me crucé con un vecino en la puerta que estaba con el brazo vendado, me dijo que le entraron por el techo y se golpeó con el delincuente. A partir de ahí, en seis viviendas empezaron a aparecer notitas en la pared «ATR», «DP» mientras seguían las visitas entre las 2 y las 5 de la mañana”, relató uno de los damnificados en diálogo con De boca en boca (Radio 2).
Pero la situación comenzó a agravarse cuando, además de deambular por las propiedades, los ladrones comenzaron a pasar notas por debajo de las puertas. “Nos escribían «váyanse porque vamos a entrar», «esta casa es nuestra», «va a haber fuego»”, relató el hombre.
Alertados por la situación, los vecinos comenzaron a prestar atención a lo que sucedía por la noche y descubrieron que en determinados horarios paran autos negros y empiezan a acelerar. “Nosotros creemos que de ahí se bajan los que después suben a los techos”, sostuvo.
Pese a realizar la denuncia, el vecino lamentó que al momento nadie tomó cartas en el asunto. “Las amenazas subieron de tono, a una familia le robaron una zapatilla y la dejaron con un cuchillo clavado. La preocupación crece porque hicimos dos denuncias y no pasa nada”, reclamó.
“Hay vecinos con ataques de pánico, con psiquiatras, son situaciones que se están complicando. No queremos que pase a mayores, desde el 9 de febrero hasta ahora hay pocos días en los que no anduvieron por las terrazas o dejaron mensajes”, agregó.
En ese sentido sostuvo que los días donde no son amenazados coinciden con los que el club Atalaya, ubicado a la vuelta y que comparte el fondo del terreno con el de algunas de las casas que reciben los mensajes, tiene eventos.
Por fuera de las extorsiones, la situación se volvió todavía más compleja cuando apareció por la zona un supuesto representante de una inmobiliaria a ofrecer comprar las propiedades.
“Dejaron un folleto que dice que tienen sucursales acá, en Estados Unidos y en Europa, como si fueran una franquicia. Pero no te dejan una tarjeta sino que un papel impreso que dice «soy fulano de tal, de tal inmobiliaria y este es mi teléfono». Una vecina llamó a la inmobiliaria y dijeron no conocer a esa persona”, remarcó.
Para el vecino, los delincuentes andan por la zona y están constantemente observando los movimientos de las propiedades. “En algunas casas dejaron mensajes con información particular y un día que vino la policía y anduvo por los techos, dejaron escrito que no le tenían miedo a los policías”, contó el damnificado.
“Yo vivo desde el 97 acá, nunca pasó algo así. Nos dejan papeles muy chicos que están escritos con lápiz. Parece que los escriben sobre la mano. Antes era por la noche, pero ahora yo salgo temprano a llevar a mi hija a la escuela y no hay nada. Pero tipo siete de la mañana aparece algún papel. Parece que nos están viendo”, insistió.