Por pedido del Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario, la Interpol emitió una alerta roja para lograr la recaptura de Mauricio Jesús “Caníbal” Laferrara (27 años), el jefe de sicarios de la banda narco de Esteban Lindor Alvarado que desapareció de la cárcel de Devoto el martes de la semana pasada. La Justicia actualmente trabaja el caso ante el hipotético escenario de una fuga del penal porteño de mediana seguridad, aunque no se descarta la posibilidad de que otros reclusos lo hayan matado y luego descartado.
A más de una semana de la desaparición del peligroso interno permanece el misterio sobre qué pasó en el pabellón 11 de Devoto, donde estaba alojado por dos condenas a prisión perpetua por seis homicidios y otra a 5 años de cárcel por narcotráfico que fue dictada por el mismo tribunal federal que ahora pidió la captura internacional.
En paralelo, los abogados de la madre de Laferrara presentaron un recurso de hábeas corpus ante la Justicia federal ante la falta de información sobre qué ocurrió con el recluso.
Hay varias hipótesis de cómo se pudo haber fugado el jefe de sicarios de Alvarado. Una de ellas es que se escabulló entre la basura que retiró un camión del penal porteño el martes pasado. Otra, que se “esfumó” después de haber recibido una visita.
Según publicó La Nación, por la desaparición del condenado sicario fueron pasados a disponibilidad ocho agentes penitenciarios federales.
La Procuraduría de Narcocriminalidad, a cargo del fiscal Diego Iglesias, coordina un equipo de trabajo integrado por la División de Búsqueda de Prófugos de la Policía Federal y la Unidad Especial de Investigación del Crimen Organizado de Santa Fe, cuyos agentes fueron los encargados de la detención del gatillero el 18 de octubre de 2019 en Echesortu.