Una presunta testaferro de Los Monos fue imputada en la mañana de este miércoles en el Centro de Justicia Penal por los fiscales Federico Rébola, Juliana González y César Pierantoni. Se trata de Sandra Marcela Cerrudo, de 58 años, cuyo nombre figura como titular del local en el que funcionó un minimarket en la esquina de Mendoza y Matienzo, que fue objeto de numerosos atentados en 2021 y 2022. El verdadero dueño del inmueble comercial había sido un narcotraficante, que cedió la posesión de la propiedad tras las intimidaciones que había ordenado Ariel Máximo “Guille” Cantero por un incumplimiento en un beneficio judicial que le iba a conseguir a su esposa Vanea Jaqueline Barrios.
Cerrudo, que fue detenida el sábado pasado por la División Capturas de la Policía de Investigaciones en el domicilio de su hija, en Gutiérrez al 400 bis, ahora quedó en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, según la resolución de la jueza María Trinidad Chiabrera.
La mujer fue considerada “prestanombres” de Los Monos al poner su nombre a la cabeza del local que había sido sacado, a fuerza de ataques incendiarios y balaceras, al propietario. Ella y el coimputado Ariel Ricardo Dantur fueron quienes dieron conformidad para aparecer como los compradores del inmueble que luego usufructuó el núcleo de “Guille” Cantero.
La persona que también asoma en la oscura trama es la ya acusada Mariana Ortigala –testigo en la causa contra el capo narco Esteban Lindor Alvarado que está presa por extorsiones–, quien habría oficiado de nexo entre el verdadero titular del negocio y el núcleo del clan Cantero que se lo quedó como parte de pago por el incumplimiento de un beneficio judicial que había prometido la víctima al presentarle a gente de “Guille” Cantero a un abogado bonaerense y a un agente de inteligencia inorgánico que decían que, por 160 mil dólares, podían conseguir que Vanesa Barros cumpliera su condena por narcotráfico –de la causa “Los Patrones”– en libertad.
Como el supuesto servicio de inteligencia se hizo del dinero y desapareció sin gestionar lo prometido, la banda narco atentó contra viviendas y negocios del hombre que se los había ofrecido, quien nunca denunció las intimidaciones, aunque se investigaron de oficio. Así, Los Monos se alzaron con una propiedad, dos lotes y una Ranger.
En la causa que lleva adelante Rébola, González y Pierantoni ya fueron acusados “Guille” Cantero, Vanesa Barrios, Paula Bay (hija de Vanesa), Julieta Martir (media hermana de Vanesa), Ariel Ricardo Dantur (pariente político de Barrios), Ortigala y su pareja Felipe.
Casualmente, Barrios en ese momento cumplía la sentencia federal bajo arresto domiciliario en una casa de Alberdi al 1400 de Funes que había sido sacada por Ortigala y su pareja Rodolfo Sebastián Felipe mediante una maniobra estafatoria a los herederos de la propiedad, hecho por el que la pareja vinculada a Los Monos fue imputada.