El jefe de la facción disidente de la barra brava de Newell’s Alejandro “Rengo” Ficcadenti, quien hace dos semanas fue acusado por haber instigado las amenazas a la familia de Ángel Di María, será llevado nuevamente a audiencia en el Centro de Justicia Penal. En este caso, junto a un presunto soldadito que cayó en un allanamiento de este jueves, serán imputados por dos ataques a tiros. En uno de esos hechos, resultó gravemente herido un adolescente de 16 años, que es el hijastro de Luciano “Lucho” Gallardo, quien regentea el paraavalanchas rojinegro a pedido del cabecilla de Los Monos Leandro “Pollo” Vinardi.

La nueva acusación tendrá lugar este viernes y estará encabezada por el fiscal Franco Carbone, probablemente cerca del mediodía. En el banquillo se sentarán Ficcadenti y Brian Walter L., un sospechoso de 28 años que fue arrestado este jueves en un allanamiento de la División de Inteligencia de la Policía de Investigaciones en Iriondo al 5200.

El primero de los hechos que será objeto de la audiencia se hizo públicamente conocido por dos cuestiones: la persona herida permanece en estado delicado, y porque ya se ventiló en la audiencia contra Gallardo que su hijastro había sido atacado, aparentemente en el marco de la interna de la barra brava de Newell’s. Se trata de la balacera ocurrida el 13 de julio pasado en Alvear al 1600 de Villa Gobernador Gálvez en la que Emilio Jeremías S. recibió múltiples impactos de arma de fuego. 

El adolescente fue trasladado al hospital Provincial con ocho heridas de arma de fuego en el abdomen, hombros y manos. Su pronóstico es reservado desde entonces. 

De acuerdo a los indicios recolectados por los investigadores, a Emilio S. lo mandó a balear Ficcadenti para mandarle un mensaje a “Lucho” Gallardo, a quien quería desplazar de la conducción de la barra brava de Newell’s.

El segundo episodio por el que serán imputados “Rengo” y Brian L. es un ataque a tiros que tuvo lugar el 24 de julio pasado en Coulin al 2000, en el que resultó herido un joven en la pierna derecha. Se presume que Ficcadenti fue quien planificó el hecho que luego perpetró Brian L. bajo una promesa remuneratoria.