Siete personas son imputadas este jueves bajo acusación de integrar una asociación ilícita que llevó a delitos violentos en los barrios Ludueña y Empalme Graneros al menos desde julio de 2021. Se trata de una organización tributaria de la banda de Los Monos, cuyos jefes están detenidos en la cárcel de Piñero.
El fiscal Pablo Socca, de la Unidad de Balaceras, los imputó por llevar a cabo una saga de extorsiones y balaceras a comerciantes y habitantes de esos barrios del noroeste de la ciudad. El miembro más notorio de esta organización es Mauro Javier Gerez, de 28 años y detenido el pasado 26 de mayo. Lo describieron como “jefe de sicarios” y “referente criminal” de Ludueña. Un joven especializado en “reclutar soldaditos”, muchos de ellos adolescentes cooptados con regalos como botines, zapatillas y guantes. Sin embargo, Gerez respondería –al menos hasta su detención– a dos reclusos de bajo perfil.
La audiencia empezó a las 9 de la mañana y cuenta con nueve imputados. Se prevé que continué este viernes, cuando la jueza Silvia Castelli dé a conocer la resolución con relación a los pedidos de prisión preventiva.
La Fiscalía detalló que Gerez integra una banda que “procuró ocupar y dominar sectores y barrios de Rosario –principalmente Ludueña y Empalme Graneros– y excluir de allí a bandas antagónicas con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas”.
“Para llevar a cabo ese objetivo –continúa la acusación–, los integrantes de la asociación cometieron sistemáticamente diversos delitos como homicidios, amenazas, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego, venta ilegal de estupefacientes y casi cuarenta extorsiones (algunas seguidas de balaceras) a comerciantes y otros habitantes de esos barrios”.
En ese marco, el fiscal Socca develó que la organización es liderada por dos presos que “imparten órdenes a los integrantes que extramuros y en libertad cumplen con las actividades ilícitas encomendadas”. Se trata de Andy Fabián Benítez y Julián Aguirre, quienes purgan condenas de alrededor de tres años por los delitos de tentativa de robo calificado y portación de arma de fuego.
Gerez fue acusado como “jefe de sicarios”. Un testigo de identidad reservado que sufrió una usurpación dijo que “la forma que él (por Gerez) tiene de convencer a los pibitos es regalándole zapatillas, les regala cosas. Los convence para que después terminen soldadeando para él. Tiene más de 15 pibitos, la mayoría menores de edad, que tira tiros para él. También venden para él”.
Y agregó: “Mauro toda la vida fue delincuente, primero arrancó robando. Pero hace unos cuatro años que es traficante. Siempre vendió para Los Monos, él tiene conocidos de Los Monos por la cancha, es fanático de Newell’s. Los Monos lo eligen a él para tomar barrio Ludueña por toda la gente que él manejaba”.
Además de la imputación general por asociación ilícita, la acusación de Socca abunda en casos de extorsiones a comerciantes que sufrieron amenazas y, en algunos casos, balaceras.
Al menos nueve casos de aprietes contra locales de rubros variados como una joyería, una distribuidora, una heladería, una carnicería, un supermercado, una tienda de electrodomésticos y hasta a una rotisería, la mayoría de ellos comercios ubicados en Ludueña y Empalme. Estos casos, en su mayoría, están atribuidos al recluso Julián Aguirre.
En uno de esos aprietes, según la imputación, un hombre no identificado invocó al jefe de los Monos Ariel “Guille” Cantero, “el que maneja todo”, para generar temor. Pero también como garantía de protección en caso de que la víctima abonara lo solicitado.
“Amigo, yo soy amigo del Loco, el de lentes, el que maneja todo. Si querés hasta te hago hablar con él para que te quedés tranquilo que nadie más te va a cobrar, de última arreglás para pagar una cuota por mes así el que te molesta después sabe cómo es”. La exigencia, que incluyó disparos al frente del comercio, era de nada menos que 30 mil dólares.
Además de los cabecillas y el propio Gerez, entre los imputados se encuentran Dan Natanael Cosme Sacco, persona de confianza de Gerez, e incluso custodio. Una especie de “apoyo” que además se encarga de retirar el dinero obtenido de las extorsiones y de realizar robos de vehículos o teléfonos celulares “con el fin de que dichos recursos se incorporen a la organización para su posterior utilización”, siempre según los roles detallados por el fiscal Socca.
A Nicolás “Cuido” Bareiro le atribuyeron un rol relativo a la inteligencia de la banda y como “marcador”: “Se encarga de recabar información de potenciales víctimas, vecinos de su propio barrio que luego son extorsionados amenazados con el fin de que abandonen su residencia”, entre otros roles, según la Fiscalía.
En tanto, a Gustavo Raúl “Muqueño” Cabaña lo señalaron como gatillero y como encargado de transmitir mensajes extorsivos. Además de llevar a cabo usurpaciones de viviendas con el fin de que los inmuebles “sean incorporados al patrimonio de la asociación o sean utilizados como puntos de venta de droga”. Mismo rol atribuido a Marcelo Roldán.
Otras dos personas, Nahuel y Jackeline A., llegaron a la audiencia imputados en un caso de tentativa de extorsión y no como miembros de la asociación ilícita.