En la segunda entrega conversamos con la Doctora en Relaciones Internacionales y Derechos Humanos, Ariadna Estévez López. La investigadora mexicana estudió la explosión del fentanilo en la región de Los Apalaches, la zona cero de la epidemia de adicción que atraviesa Estados Unidos.
Estévez López investigó cómo se inició la epidemia de fentanilo que afecta en la actualidad a los Estados Unidos (EE.UU.), parte de Canadá y la línea de frontera norte de México. Sus estudios le permitieron relevar el impacto que tuvo la aparición del analgésico OxyCotin (Purdue Pharma) entre los trabajadores de Los Apalaches norteamericanos y la adicción que generó en sus consumidores.
La droga farmacéutica creada por la compañía de la familia Sackler, tuvo la aceptación de los profesionales de la salud de EE.UU. que la recetaron para el tratamiento de dolores crónicos no oncológicos. El compuesto de opioides sintéticos de este medicamento generó la adicción y "muerte de 500 mil personas en dos décadas", según datos recabados por el diario El País (España).
La doctora Estévez López comparte el planteo de otros investigadores y la justicia norteamericana de que el OxyContin allanó la entrada y produjo la epidemia de fentanilo: un opioide sintético 50 veces más potente que la morfina. Esta droga ilegal que se comercia en EE.UU. afecta en especial a las poblaciones de menores recursos y racializadas de aquel país.
La demanda de esta sustancia sintética modificó pautas de consumo, producción y rutas de tráfico ilegal de los carteles que operan en el norte de México. Lo que habilitó –en la perspectiva de Ariadna Estévez López– un cambio en el foco de la responsabilidad desde Purdue Pharma y la familia Sackler hacia los carteles mexicanos y China, el mayor productor de precursores para la fabricación fentanilo.