El domingo 22 de octubre Sergio Massa, el candidato de Unión por la Patria, dio un golpe de autoridad electoral y volvió a subir al ring al peronismo tras alcanzar el apoyo de 9 millones de argentinos.
El resultado puso en pausa lo que el periodista económico de Televisión Litoral, Mariano Galíndez había definido como "angustia electoral" la semana previa, junto a Damián Schwazstein, Ricardo Robins y Ezequiel Clerici en DLR Político.
En el episodio anterior, la postura que primó en el análisis giró en torno a las emociones y cuál se impondría: el miedo o la bronca. Pero lo que ganó, al menos desde la perspectiva del podcast, parece ser un mix entre racionalidad –la bandera que con buen criterio levantó Ricardo Robins y que lleva como título esta entrega– y una emoción básica del ser humano como el miedo a lo desconocido que habría encarnado Javier Milei.
Conservar, lo que sea que le quedó en pie a cada sector de la sociedad, frente a la incertidumbre de la motosierra y la dolarización, parece ser lo que movilizó a la sociedad argentina. Pero el partido no está terminado y las tres semanas que quedan hasta el balotaje del 19 de noviembre, prometen máxima tensión –política y financiera–.
El primer cimbronazo que dejó el triunfo de Massa lo dio Patricia Bullrich que junto al radical Luis Petri, luego de cerrar un acuerdo con Mauricio Macri y Javier Milei, salió a apoyar la candidatura del representante libertario. La conferencia de prensa inconsulta con la alianza Juntos por el Cambio, el miércoles al mediodía, hizo implosionar el armado opositor. Desde la Coalición Cívica, pasando por la UCR, hasta el sector paloma del Pro, se declararon neutrales de cara a la segunda vuelta y dispararon munición gruesa contra la tríada Macri, Patricia, Milei.
Mientras tanto, desde el peronismo que ahora conduce –sin competidor a la vista– Sergio Massa, silencio estampa las primeras horas e intervenciones quirúrgicas para no molestar cuando los rivales se desangran en su ruptura intestina. En medio de este vaivén de emociones y acontecimientos políticos que se precipitan minuto a minuto después de cocinarse por años, la economía mantiene su fragilidad frente al desconcierto y la desconfianza del empresariado y el círculo rojo.
Con ese escenario en desarrollo a la velocidad de la luz, la noche del jueves el candidato a presidente por la Libertad Avanza, Javier Milei, sumó un nuevo eslabón al escenario de angustia e incertidumbre con la entrevista que le concedió a Estebán Trebucq en A24. La actitud errática –y algunas respuestas fuera de contexto– que ofreció Milei a Trebucq, generó todo tipo de especulaciones en redes sociales relacionadas con la salud mental del candidato libertario.
De todo esto y de lo que puede llegar a suceder hasta el balotaje, conversaron Damián Schwarzstein, Mariano Galíndez, Ricardo Robins y Ezequiel Clerici en una nueva terapia periodística.
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