A propósito de una nota publicada en el diario La Nación, titulada "Vacuna del HPV: asociaciones de víctimas en distintos países denuncian efectos adversos", se ha suscitado la polémica entre grupos antivacunas y sociedades científicas que abonan su utilización.
Informes como estos, carentes de sustento científico, conducen muchas veces a confundir a la población en cuanto a la seguridad y eficacia de las vacunas.
Se ha demostrado en algunos países (Japón, Reino Unido, Francia, etc.) que la propagación de mitos conduce en la población a una pérdida de confianza en las vacunas, llevando a una disminución de las tasas de cobertura de vacunación. Estas situaciones ocasionaron la reaparición de brotes de enfermedades evitables con vacunas, con morbilidad y, en ocasiones, con mortalidad significativa.
Las vacunas
Las vacunas y, en concreto, los programas de vacunación son una de las estrategias preventivas más beneficiosas en salud pública.
En la actualidad, las vacunas son una de las historias de éxito de la medicina moderna. La viruela declaró erradicada del mundo en 1977 y la poliomielitis se eliminó en 1991. La lista de enfermedades graves que se han erradicado o cuyas cifras se han reducido dramáticamente por las vacunas, continúa aumentando, desde las paperas hasta el sarampión, desde la rubéola hasta el tétano.
Las vacunas, como cualquier otro producto biológico o farmacéutico, no están exentas de reacciones adversas. En su gran mayoría son leves, bien toleradas y aceptables, aunque en raras ocasiones pueden producirse efectos de mayor gravedad.
¿Qué es el VPH?
El nombre virus del papiloma humano (VPH o HPV, por sus siglas en inglés) agrupa a más de 150 tipos de virus diferentes. Dentro de este grupo, algunos infectan la piel y las mucosas de los genitales. El HPV genital es una de las Infecciones de Transmisión Sexual más frecuente. Se transmite por contacto sexual, haya existido o no penetración, y muchas personas pueden contagiar a otra sin saberlo, ya que la infección por lo general, no presenta síntomas.
El VPH causa la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino, así como muchos cánceres de vagina, vulva, ano, pene y orofaringe (cáncer de la garganta y la lengua).
Cifras del cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello uterino (cérvix) es un indicador de las inequidades en salud que persisten en las Américas. Se estima que anualmente se diagnostican 530.000 nuevos episodios de cáncer cervical en el mundo, de los cuales más del 85% ocurren en países en desarrollo, con una mortalidad cercana al 50%.
En Argentina de acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Salud, se diagnostican cada año aproximadamente .4000 casos nuevos de cáncer de cuello uterino y mueren aproximadamente 1800 mujeres a causa de la enfermedad.
La vacuna contra el virus papiloma humano (VPH) es una importante oportunidad para reducir de forma significativa la carga de esta enfermedad en todo el mundo.
¿Puede una vacuna ayudar a prevenir el VPH?
Sí. Hay vacunas disponibles que ayudan a prevenir la infección por ciertos tipos de VPH y algunas de las formas de cáncer que están relacionadas con estos tipos del virus.
¿Quién debe vacunarse contra el VPH y cuándo?
La vacuna contra el VPH produce la mejor respuesta inmunitaria en los preadolescentes. Para aumentar su eficacia, la vacuna contra el VPH se debe administrar al cumplir 11 años de edad.
Recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación Argentina, para el uso gratuito y obligatorio de la vacuna contra el VPH:
El Ministerio de Salud de la Nación resolvió incorporar al Calendario Nacional de Vacunación (a partir de este año) la inmunización contra VPH para los varones de 11 años nacidos a partir de 2006, que se suman a las mujeres de la misma edad nacidas a partir del año 2000.
Varones y mujeres entre 11 y 26 años que vivan con HIV y quienes hayan sido trasplantados (órganos sólidos o células hematopoyéticas), deberán recibir la vacuna cuadrivalente contra HPV.
Para ambos grupos, el esquema consiste en dos dosis cuya diferencia de aplicación debe ser de seis meses.
¿Son seguras las vacunas contra el VPH?
Todas las vacunas fueron probadas en miles de personas alrededor del mundo antes de ser aprobadas. Hasta el momento, en todos los estudios que se han realizado no se han presentado efectos secundarios graves. Tampoco ninguna muerte ha sido vinculada con cualquiera de las vacunas. Los efectos secundarios comunes y leves incluyen dolor y enrojecimiento en el lugar donde se aplica la inyección, fiebre, mareo y náuseas.
Vigilancia de posibles efectos secundarios
Como en todas las vacunas, incluso las vacunas que han sido aprobadas hace muchos años, se mantiene una vigilancia para identificar efectos secundarios que podrían ocasionar las vacunas contra el HPV. Se evalúan todos los efectos secundarios graves que se hayan informado al Sistema de Vigilancia de Eventos Adversos a vacunas para identificar posibles problemas de seguridad de las vacunas que puedan requerir de más estudios.
Posición de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), acerca de la VACUNA de HPV: Réplica por Nota en diario La Nación
En relación a la nota publicada en el día 17 de Marzo titulada “Vacuna del HPV: asociaciones de víctimas en distintos países denuncian efectos adversos” la Comisión de Vacunas SADI categóricamente expresa:
La importancia de la prevención de las infecciones producidas por el virus del papiloma humano (VPH o HPV por sus siglas en inglés) a través de la incorporación de la vacuna en el Calendario Nacional de Vacunación.
El VPH y su complicación más importante, el cáncer de cuello uterino, es responsable en Argentina de la muerte de más de 1500 mujeres todos los años.
La vacuna para la prevención del VPH, ha sido incorporada en los calendarios de inmunización de la mayoría de los países del mundo desarrollado. Es avalada por la OMS, se han administrado millones de dosis y ha demostrado con alta evidencia científica ser muy segura y efectiva.
Gracias a estos programas de vacunación en niñas y adolescentes varios países ya han demostrado la disminución de la infección por VPH, de las verrugas genitales y de las lesiones precancerosas que predisponen al desarrollo posterior del cáncer.
Creemos que frente a la preocupación de la población en cualquier intervención de salud pública, en este caso una vacuna, se consulte a las sociedades científicas idóneas en el tema, a sus especialistas y a las autoridades del programa nacional de vacunación. Ellos podrán transmitir la información científica disponible y dar tranquilidad a las familias.
Vemos con preocupación que artículos publicados como el mencionado anteriormente, donde no se consultan a los especialistas en la materia, no hacen más que generar mayor preocupación y desconfianza en el programa de vacunación. Esto daña la confianza en el Programa Nacional de Inmunizaciones de la Argentina uno de los más completos del mundo con el potencial riesgo de disminución de las coberturas vacunales y el aumento de las enfermedades que este programa previene.