Los resultados de las elecciones legislativas significan una verdadera lección para el oficialismo tanto a nivel nacional como provincial. Y seguramente habrá revisión de nombres y de las gestiones de cara a lo que resto de los mandatos. El presidente y el gobernador hablaron de consensos y ahora deberán tejer acuerdos para llevar adelante proyectos e iniciativas. Por su parte, el intendente de la ciudad si bien pudo celebrar una victoria, ésta no fue tan contundente y alcanzó para renovar las tres bancas que ponía en juego. El Concejo Municipal seguirá siendo también un espacio donde se necesitaran votos de diferentes colores políticos para avanzar con ordenanzas y decretos. Mientras tanto, los comicios de ayer no consolidaron liderazgos ni tampoco dejaron nombres puestos para el 2023, más bien pintaron un escenario aún abierto.
El presidente Alberto Fernández convocó a un amplio acuerdo nacional y anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley con un programa económico. “Se abre una nueva etapa en el país” sostuvo en el mensaje grabado que se emitió a las 10 de la noche cuando ya estaba consolidado el triunfo de Juntos por el Cambio (Jx) en la mayor parte del país y fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas. La vicepresidenta Cristina Fernández ya se había excusado de no aparecer en público aduciendo una recaída en la recuperación de su operación.
Se viene una nueva etapa en la gestión del Frente de Todos (FdT) con un primer mandatario más recostado en la CGT, los movimientos sociales y habrá que ver con cuáles de los gobernadores que se acerquen más a la Casa Rosada. Por ahora es una gran incógnita qué hará el kirchnerismo más duro, si se recluye y deja a Alberto tomar las decisiones, o plantea cambios más profundos y exige liderazgo. Las señales de ayer van por el primero de los caminos. La vicepresidenta queda debilitada al perder el quórum propio en el Senado y medita sus próximos pasos en un escenario donde ya no tendrá hegemonía.
Los triunfos en las distintas provincias de JxC levantan las acciones de la principal fuerza opositora que ahora peleará voto a voto la mayoría en la Cámara de Diputados y hasta podría discutir la presidencia. A todo esto ya comienzan a reconfigurarse los posicionamientos de cara a la carrera por la Presidencia de la Nación donde confluyen tanto dirigentes del PRO como de la Unión Cívica Radical. Quien pueda ofrecer mayores garantías al electorado independiente refractario de los extremos podrá correr con varios cuerpos de ventaja esa carrera.
El golpe santafesino
Para el gobierno provincial, el segundo lugar en la general y haber perdido en 16 de los 19 departamentos significa un golpe. Y más para el gobernador Omar Perotti quien se había anotado en la boleta como senador suplente del electo Marcelo Lewandoswki. Es todo un gesto sobre cómo impactó el resultado que el mandatario sólo se haya comunicado anoche a través de un tuit. En Rafaela cuando emitió su voto por la mañana ya había adelantado que se venían tiempos de consensos con las fuerzas opositoras y puso como ejemplo el proyecto para privar de la libertad a todo aquel que se lo encuentre con un arma de fuego y que no pueda acreditar su propiedad.
La seguridad es una de las prioridades en las que deberá profundizar la gestión provincial. Habrá que ver si oxigena el ministerio respectivo más allá de que puedan continuar quienes hoy están al frente. Ya es casi un hecho que habrá cambios en el resto del gabinete, aunque más hacia fin de año como Perotti acostumbra a hacer. En torno al despacho principal, hablan de la posible salida de los ministros que jugaron a favor de Agustín Rossi en la interna de septiembre pasado y un relanzamiento de la gestión con más perottismo y un mayor protagonismo de su mano derecha, el hoy ministro coordinador, el rafaelino Marcos Corach.
Es una gran incógnita qué sucederá en lo inmediato con el Frente de Todos en Santa Fe y con la alianza que tejió el gobernador con la vicepresidenta. Si bien hay diálogo con interlocutores como el líder provincial de La Cámpora, el diputado Marcos Cleri, ahora se abre un nuevo horizonte de acá a dos años. Lo único concreto es que la boleta de Lewandowski se impuso en Rosario nuevamente (además de San Lorenzo y Garay) y eso lo posiciona en primer lugar para una hipotética candidatura a la intendencia. Y no es poca cosa.
En Juntos, el contundente triunfo de Carolina Losada pone al radicalismo en condiciones de liderar el espacio opositor y ya empiezan a tallar nombres del histórico partido para conducirlo de cara a las ejecutivas del 2023. La electa senadora nacional se enfocará en su gestión. El otro senador electo, Dionisio Scarpín, tiene una sonrisa cada vez más grande ya que desde su banca empezará a mirar la bota santafesina con otros fines más allá de su mandato. Y está Maximiliano Pullaro cuyos votos de la primaria no se fugaron a otro espacio y conserva su estructura de intendentes, presidentes comunales y legisladores. Encima anoche sumó al nuevo intendente de Roldán (Daniel Escalante) y a dos de los cinco diputados nacionales electos (Victoria Tejeda y Gabriel Chumpitaz). Y está el PRO que podría pelear una interna, previo a recomponer sus diferencias internas.
El Frente Amplio Progresista creció en cantidad de electores con mayor preponderancia en las ciudades de Rosario y Santa Fe donde también traccionaron sus intendentes. Fundamentalmente el socialismo deberá definirse si va hacia una convergencia de partidos para enfrentar al peronismo dentro de dos años o bien sigue apostando a ser la tercera fuerza.
¿Y en Rosario?
El intendente Pablo Javkin fue el que primero celebró anoche. Lo hizo con el triunfo que consiguió su lista de candidatos a concejales. Sin embargo, el escrutinio provisorio concluyó que de los cinco frentes electores que compitieron en la ciudad, el Frente Progresista fue el que menos subió en cantidad de votos y alcanzó a renovar las tres bancas que puso en juego. El alcalde por ahora se enfocará en la gestión al frente del Palacio de los Leones y jugará todas sus fichas al gran desafío que tiene Rosario y que es su autonomía. A su vez oteará el panorama provincial a la espera del momento donde deberá definirse si va por un segundo mandato o pega el salto a la gobernación.
Javkin también deberá mantener su esquema de consensos y acuerdos en el Concejo ya que su interbloque finalmente quedará con ocho integrantes. Mientras tanto, el peronismo tendrá seis bancas al igual que Juntos. Ciudad Futura amplió a cinco su representación. Y después están Miguel Tessandori y Valeria Schwartz de la Alianza Mejor y Ariel Cozzoni (Unite) que tiene aún dos años más.
El oficialismo local podrá conservar la presidencia del cuerpo aunque deberá seguir apelando a la muñeca política para ir avanzando en iniciativas que lleguen del Ejecutivo.
Más allá de los escenarios que se configuren de cara al futuro, el ciudadano espera resultados y respuestas a sus necesidades que pasan en primer término por la seguridad. Y después por la situación económica y del empleo. Sin olvidarse que una urbe como Rosario requiere de un transporte público eficiente y obras que permitan hacer más vivible la ciudad.