Ya está. Pasaron las primarias. Y como ocurre en el fútbol, ya es tarde hablar de lo que pasó. Es momento de empezar a pensar en lo que viene: las elecciones generales. Cambiemos y el PJ, con sus candidatos en la interna sumados, quedaron casi empatadas –con leve ventaja para el peronismo– en la provincia de Santa Fe; el socialismo salió tercero, Jorge Boasso quedó cuarto, y si bien iban por frentes separados, Diego Giuliano le sacó ventaja a Amalia Granata en los espacios que se referencian con el massismo. El resto pugnaba por superar el piso electoral y llegar a los comicios del 22 de octubre. Desde hoy empieza una nueva campaña.
En la Casa Rosada confiaban en la marca Cambiemos más que en el desconocido candidato, Albor Cantard, que puso el intendente de Santa Fe (José Corral) al frente de la lista.
El macrismo seguirá con la táctica que le permitió lo que puede leerse como un buen resultado con proyección a octubre: pegar la lista a la gestión del presidente Mauricio Macri y al "sí, se puede" que resonó con los comité de campaña amarillos. José Corral ya superó el primer escollo –"ganamos la prueba clasificatoria (en alusión a las primarias), salimos a la carrera en la pole position", dijo anoche con lenguaje tuerca–; ahora le faltará coronar a su piloto número 1. Y reforzar aún más la campaña en la capital de la provincia para que su candidato pueda superar al del socialismo en la categoría de concejales en su ciudad. El intendente santafesino no la admitirá en público, pero sabe que esos son partidos que juega de cara a su verdadero objetivo: ser el candidato de Cambiemos a gobernador en 2019 e imponerse al del Frente Progresista. A esa hora parecía que los amarillos llegaban primeros.
El justicialismo salió fortalecido tras la interna. Agustín Rossi se impuso a Alejandra Rodenas y encabezará la lista definitiva. Si bien hubo una conversación entre ellos antes de que ambos salieran a ratificar el resultado, en el peronismo quien gana lidera y el resto acompaña. El hoy parlamentario del Mercosur será quien maneje los hilos de la campaña y saldrá a plantear que él es el único que podrá imponerse al proyecto de Cambiemos en la provincia. Ayer ya dio un indicio: "El 70 por ciento de los santafesinos no votó al candidato oficiliasta (por Cantard)", afirmó en el discurso desde su búnker. Intentará pescar todo voto opositor al macrismo. Mientras tanto, se espera aún los pasos del senador Omar Perotti, quien no jugó para nadie en la última campaña y es el mejor posicionado para dentro de dos años.
El Frente Progresista quedó tercero cómodo y deberá multiplicar sus fuerzas si es que quiere quedar bien parado para los dos años de gestión que le faltan al gobernador Miguel Lifschitz. En el centro de cómputos que funcionó ayer en la estación Fluvial de Rosario se escuchó decir que los números obtenidos en las Paso "marcan un piso" y que se deberán "redoblar los esfuerzos" de cara a octubre. Las próximas actividades proselitistas seguirán teniendo el mismo perfil: al gobernador cargándose al hombro la campaña junto a su ministro de la Producción Luis Contigiani. Ya ayer el hecho de que el mandatario provincial haya ido a Santa Fe para estar junto al senador Emilio Jatón, quien festejó el primer lugar en la primaria capitalina, es una demostración que quiere cargas pilas con aires de victoria para el duro camino que le queda hacia las generales.
Boasso salió cuarto y quiere ubicarse también en el podio. Le costará mucho mostrarse cercano al Presidente Macri en una lista diferente a la que ganó en la primaria. Será todo un nuevo desafío para el laborioso concejal rosarino que intenta llegar al Congreso Nacional.
Giuliano quedó quinto en cantidad de votos y deberá seguir la pelea y a costa de Granata para seguir proyectándose como el candidato de Sergio Massa en la provincia.
Fuerzas como Ciudad Futura, el Frente Social y Popular, y el Frente de Izquierda deberán pelear por el voto más duro, aunque pasar a la general los motivará para seguir en la carrera.
Sin que todavía no hayan cesado las voces tras la elección primaria, los políticos y sus asesores ya empiezan a contar los días que faltan para el 22 de octubre. Una nueva campaña está en marcha.