La película Transformers: El último caballero, con nueve nominaciones, y 50 sombras más oscuras, con ocho, se posicionan como las peores producciones de Hollywood al competir en la mayor cantidad de categorías de los irónicos premios Golden Raspberry, popularmente conocidos como Razzie, una especie de “anti-Oscar”.
Ambos filmes pujarán por establecerse como el peor estreno en 2017 con Baywatch: Guardianes de la Bahía, La momia y Emoji: La película, todas ellas además con tres nominaciones más en otros rubros, informaron los organizadores, según reprodujo un cable de la agencia DPA.
En la ceremonia que se llevará a cabo en la vigilia de los premios Oscar, las estrellas de Hollywood Javier Bardem (Piratas del caribe), Anthony Hopkins (Transformers: El último caballero y Persecución al límite), Mel Gibson (Guerra de papás 2), Josh Dudamel (Tranformers: El último caballero) y Russell Crowne (La momia) competirán por la estatuilla al peor actor de reparto.
En el rubro a peor protagónico masculino también se anotan figuras como Tom Cruise (La momia), Johnny Depp (Piratas del caribe), Jamie Dornan (50 sombras más oscuras), Zac Efron (Baywatch: Guardianes de la Bahía) y Mark Wahlberg (Guerra de papás 2 y Transformers: El último caballero).
Por el lado femenino, compiten Katherine Heigl (Mío o de nadie), Dakota Johnson (50 sombras más oscuras), Jennifer Lawrence (¡Madre!), Tyler Perry (Boo! 2: A Madea Halloween) y Emma Watson (El círculo), entre las protagónicas.
Como peor actriz de reparto figuran Kim Basinger (50 sombras más oscuras), Sofía Boutella (La momia), Laura Haddock (Transformers: El último caballero), Goldie Hawn (Snatched) y Susan Sarandon (La navidad de las madres rebeldes).
Entre los peores directores aparecen Darren Aronofsky (¡Madre!), Michael Bay (Transformers: El último caballero), James Foley (50 sombras más oscuras), Alex Kurtzman (La Momia) y Anthony Leonidis (Emoji: Lapelícula).
Los premios Golden Raspberry (Frambuesa de oro), conocidos popularmente como Razzie, fueron creados en 1980 como respuesta irónica a los Oscar y, a pesar de las resistencias en un primer momento, muchas personalidades de Hollywood aceptaron a lo largo de los años su eventual participación en la ceremonia de entrega de estatuillas.