"Perchagate". Así bautizó Marcelo Tinelli el escándalo que involucra a dos de las protagonistas de sus programas, la jurado Laurita Fernández y la participante Cinthia Fernández, con un tradicional negocio rosarino de la calle San Luis: el Palacio de la Oportunidad.
Anoche el tema estalló una vez más en el programa, con una dura discusión entre las dos Fernández. Laurita admitió finalmente que eran consentidas las fotos que publicaron de ella promocionando perchas, bolsas de agua caliente y copas menstruales, mientras que Cinthia la trató de "mala persona" por haber negado que había hecho y que terminó de aclararse cuando el negocio publicó en redes un backstage de la polémica sesión de fotos.
Cinthia es novia de Martín Baclini, dueño del negocio de San Luis y Corrientes. Laurita, anoche, de alguna manera le bajó el precio al polirrubro: "Me dijero shopping. Cuando lo vi no lo reconocí. Pensé que eran unos truchos que estaban usando las fotos", explicó.
De todos modos, aseguró que no se avergüenza de haber hecho esa publicidad. "Si no te avergonzás, ¿por qué decís que fue un papelón que te suban una foto con una percha?", replicó Cinthia, y calificó de "asqueroso" el gesto de Laurita.
¿Hay más ingredientes en esta historia? Yanina Latorre dijo ayer en Los ángeles de la mañana: “Laurita salió con el novio de Cinthia Fernández (verano 2014, Carlos Paz)… Él le regaló un Samsung última generación... un regalo porque que la conoció y le gustó”.
Pero eso no es todo. También, según Latorre, hay motivos económicos que llevaron a Laurita a negar cualquier tipo de conexión con Baclini: “Laburó con ellos, arregló con una campaña de 7 meses y cobró 40 mil pesos… Esto lo hizo por fuera de la agencia que la maneja, por eso, en el fondo, ella lo negó: por un lado le dio vergüenza, porque parece que es Susana Giménez y solo hace fotos para Chanel y porque el representante va a decir: ‘Estás arreglando trabajos por fuera’”, contó Yanina.