Un momento más que incómodo se vivió en Bienvenidos a bordo, el programa de Guido Kaczka que seguís en la noches por la pantalla de el Tres.
El conductor le pidió a una concursante que contara un chiste de esos que empiezan con la frase "mamá, mamá", para participar del uno de los segmentos del envío.
Si Luisina, la “secretaria” del programa, y el productor de nombre Pablo no pueden adivinar el remate, la persona se lleva un premio.
Marcela, una participante de Villa Luro (Buenos Aires) se sumó al desafío aunque con un un chiste poco afortunado.
"Mamá, mamá, en la escuela me dicen que soy celoso", comenzó la mujer. Y completó: "«Mandalos al diablo», le dice la madre. A lo que el nene le responde, «qué, ¿yo no puedo ir?»".
"Uy, es buenísimo. El aplauso para Marcela”, lanzó Guido. Sin embargo, minutos más tarde, se retractó.
“Para mí el chiste es raro porque más que celoso, debería ser envidioso", dijo Pablo, el productor.
"Es verdad, no es celoso, sino que envidia el lugar", agregó Luisina.
"Uf... o sea no hay premio" –cerró Guido–. "Con esto no jodemos, disculpame pero con el «mamá, mamá» no podemos ser laxos. No hay premios porque tendría que haber sido envidioso”.
Lo más complicado es que la mujer ya había recibido su premio. “Un momento feo”, concluyó Kaczka, ante la mirada de la participante.