Lejos de reinar la paz en su debut en Bailando 2018, Esmeralda Mitre sorprendió al cuestionar las devoluciones de Florencia Peña y Laurita Fernández.
Y ese conflicto trajo cola en la gala de sentencia del último martes. Antes de que Marcelo Tinelli diera a conocer el voto secreto de Flor para la dupla que había cosechado tan sólo 11 puntos (luego se sabría que la actriz les puso 5, obligando al equipo a tener que bailar nuevamente), la participante hizo su descargo.
"Algunas cosas me callo, sino estaría todo mal. Me gusta que exista el respeto. Me parece que hubo una especie como de uooouuu (sic) de parte de Laurita y Flor Peña, sentí bastante agresión de ellas. Florencia dijo que yo estaba borracha en un casamiento. Para empezar, a mí no se me dice borracha", comenzó diciendo Esmeralda.
En ese momento, cuando Peña quiso tomar la palabra, Mitre intervino: "Estoy hablando yo, gracias. Cuando termine, te doy la palabra".
Y agregó: "Me dijeron borracha, carnaval carioca. Me dijeron loca y me parece que jugar con la salud mental es muy grave. Si yo me rebajara a contestarle un montón de cosas que puedo pensar, caería tan bajo como creo que cayó ella. Entonces, jamás lo haría. No sé si Florencia está haciendo espejo conmigo, por ahí debería ir a un psicólogo. No voy a aguantar que me digan ni borracha, ni loca. No existe la posibilidad de que lo aguante".
"¿Puedo hablar ahora? ¿Me permitís hablar, Esmeralda?", interrogó Flor, y continuó. "Yo te quiero decir que cuando te dije que estabas loca como un plumero, te lo dije desde el mejor lugar. A mí me encanta que me digan que estoy reloca, porque no me lo tomo literal. Te lo tomo que no te guste, pero no fue con agresión. Te juro que cuando te lo dije, fue desde un lugar donde creía que tu desparpajo y tu locura, en el buen sentido, te podían ayudar. Vos interpretaste lo que te quise decir".