Tras ver que las cuentas no le cerraban, Karina Jelinek decidió buscar alguna fuente de financiamiento alternativa. La opción más a mano que se le ocurrió fue sortear una cena. El rédito era doble porque, comer es una necesidad y, encima, obtenía un beneficio económico.
Pero lo que no pudo prever la modelo es que el encuentro gastronómico iba a terminar con una denuncia y la policía de por medio.
"Estoy vendiendo una orden de compra de dos mil pesos en productos de mi línea de cápsulas y, a pedido de mis seguidores, con la compra participás de un sorteo para compartir un pre en mi casa conmigo, puede ser una chica o chico", anunció la modelo sobre el futuro sorteo.
Y hubo un ganador nomás. El hombre asistió a la cena en Nordelta con intenciones de intimar y, cuando se dio cuenta que eso no iba a suceder –la modelo estaba con dos amigas– tomó su dinero y se retiró de forma violenta, informa el portal el Trece.
El hombre, de 36 años, se fue de la casa de Karina diciendo que se sentía estafado. A la salida, discutió con los guardias de seguridad y rompió las barreras del barrio cerrado.
Al final, terminaron todos en la comisaría y con una causa judicial iniciada. El hombre quedó imputado por daños. En su defensa, dijo que la modelo "no había querido tener sexo" y que por esa razón quiso recuperar la plata.
Sin embargo, en la descripción del sorteo no se hacía referencia a ningún encuentro sexual.