A un mes y medio de la separación de Mariana Calabró y Rolando Barbano, el vínculo entre ambos periodistas sumó un nuevo capítulo con un auto mal estacionado durante todo una noche. Después del ninguneo en la gala de los premios Martín Fierro, de asumirse como “idiota” y de renunciar al programa de radio de Lanata, Marina fue objeto de la queja de los vecinos de Barbano.
El panelista de LAM (América) Pepe Ochoa dio detalles del hecho al hablar de “una visita clandestina” de la cronista a la casa de su ex. “Efectivamente, Marina Calabró y Rolando Barbano pernoctaron el jueves a la noche”, dijo Ángel De Brito, conductor del ciclo.
Pasó que la intención de que el encuentro no trascienda salió mal porque la hermana de Ileana habría dejado en coche frente a la puerta de un garage.
“Alrededor de las nueve y media, diez de la noche, se acerca un auto blanco y lo dejan estacionado en una dirección tapando un garage. Marina dejó su auto en la puerta de un garaje en el barrio Núñez, a la vuelta de donde vive Barbano. Una vecina llegó y no pudo entrar su auto a su casa porque Calabró había tapado la cochera”, detalló Pepe.
“Entonces, esta señora empieza a preguntar en el chat de vecinos quién había dejado su auto enfrente de su casa. Como ninguno de ellos lo había hecho, empezaron a buscar a través de la patente de quién era el automóvil, y así se enteran de que pertenecía a Marina Edith Calabró”, siguió.
“Este auto quedó toda la noche allí. En el medio de todo esto, la policía la multó con una sanción de 50 mil pesos. A la mañana, uno de los vecinos le pegó un cartel al auto y se quedó esperando a Marina”, abundó Ochoa, en declaraciones que replica Infobae.
Siempre según la versión del citado medio, “los vecinos pegaron en el auto un cartel que decía: «Hasta que no venga la persona, no me voy a ir»”. Entonces, Barbano se presentó y pidió disculpas con la frase “mi chica dejó mal estacionado el auto”. La respuesta del vecino habría sido: “Tu chica es muy maleducada porque le escribimos todos los vecinos por Instagram y no contesta”
“Por suerte la grúa no llegó nunca, porque la habían llamado los vecinos indignados con la situación”, concluyó Ochoa.