La preocupación por el hábitat, el respeto a la Tierra, el medio ambiente, es el hilo que une dos proyectos artísticos que este sábado 21 de septiembre se unirán para una presentación en Rosario: el libro Ambiente y plantas del río Paraná y sus tributarios continentales, de Maximiliano Leo Schulz, y la obra de teatro danza Pieles, relato de un territorio, un unipersonal de Natalia Bendetto.

La cita es el sábado a las 20, en Lucero del Paraná (Guayaquil 619, barrio la Florida). Las entradas anticipadas se pueden reservar al 3413152042. Decires de la Tierra es el título de este doble programa. 

Maxi Schulz propone hacer la presentación del libro con una clase en proyector sobre nuestro territorio de pampa y humedales, localizando la clase en el paisaje natural y silvestre de la zona norte de Rosario.

La presentación tiene una duración de 45 minutos y al finalizar, se ofrecerá una degustación de frutos, yuyos y productos que realizamos con las plantas silvestres que crecen en esta zona.

El libro Ambientes y plantas del río Paraná y sus tributarios continentales detalla tres ecorregiones que confluyen en el último tramo del Paraná medio: espinal, pastizal pampeano y humedales del Paraná. El trabajo de relevamiento de ambientes y plantas comenzó en el año 2012 y sigue hasta la fecha: más de una década de recorrer este tesoro natural donde el gran Paraná es el protagonista. Es un trabajo en su totalidad autogestivo, dirigido por su autor Maximiliano Leo Schulz, diseñado y corregido por
Fabio Baena (autor de la Guía de peces del río Paraná) y con la revisión y colaboración de muchas personas dedicadas a investigación y divulgación de los saberes naturales y culturales del monte litoral.

En la obra Pieles..., en tanto, dialogan la danza, la poesía, la música y la fotografía, creando una trama escénica que va de lo poético a lo político. Cuenta el proceso de descascaramiento de los territorios. La actriz, "como parte de la Ser Humanidad", va transitando por distintos estados en los que siente su cuerpo desollado, como la piel vegetal del mundo lo está siendo. Dejando al descubierto las cíclicas muertes por las que los seres transitamos.

"Así como el árbol se deshoja cada otoño perdiendo su color, los seres nos dejamos morir para volver a nacer en un nuevo ser, una y otra vez. A veces, los procesos se dan por la naturaleza misma de la vida, otras son arrancados de cuajo y nos toca volver a brotar en condiciones extremas".

La danza transcurre como metáfora de la palabra que nos remontan a las vivencias del desmonte, el desarraigo, los agrotóxicos, de las quemas, de lo que queda vivo del monte, del río. La actriz, mientras camina recolectando yuyos, sembrando árboles, capta la conciencia de las plantas, de la tierra y la traduce en poesía escrita y danzada. Surgen así los textos que dan origen a la creación de la obra.