Lucía Pérez Gerardi nació en Mendoza. Sus padres, en busca de un mejor pasar económico para toda la familia, decidieron radicarse en España. A los 18 ingresó al Ejército y a los 25 años fue mamá de un niño. Este hecho cobró una enorme relevancia en su vida ya que fue el disparador de la creación de su exitoso personaje. Luli Pampín se ha convertido en la superheroína en la imaginación de los más pequeños y pequeñas.
Luli cuenta con más de 12,5 millones de suscriptores y 6.500 millones de descargas en YouTube; publicó 5 discos, un libro sobre su personaje y actúa en vivo con un imponente show musical. Inicialmente su música encontró una enorme aceptación en el público infantil, la mayoría de entre 1 y 6 años, pero fue abriéndose paso hasta contar hoy con seguidores para todo el grupo familiar, siendo actualmente una de las artistas infantiles más reconocidas del mundo.
-La historia de Luli Pampín comienza en Argentina…
-Yo siempre viví en Mendoza, bueno también viví en Salta, y con 12 años por temas económicos de mi familia nos vinimos a España. No era muy pequeña ni muy mayor así que la adaptación por mi parte dentro de lo que cabe fue bastante buena. Soy parte de Argentina como de España.
-¿Cómo eras de chica? ¿Soñabas con ser cantante?
-Yo de chica jugaba a todo, jugaba al fútbol, a subirme a los árboles, y para mí era lo más natural del mundo, hacer lo mismo que hacían todos, jugaban con barro, a que cocinaba, se hacía de todo. Lo que más hacía era bailar y cantar delante del espejo, que eso era algo que me encantaba. Lo que pasa es que me daba mucha vergüenza hacerlo delante de los demás. Estuve más de diez años en el coro del conservatorio aquí en España, aun así, seguía dándome mucha vergüenza cantar delante de los demás, hasta que tuve a mi hijo y me di cuenta de que no había lugar para el miedo ni la vergüenza. Si yo quería enseñarle a él a sentirse libre pues yo tenía que ser su ejemplo así que fue mi primer público y en ese momento yo me di cuenta que el miedo se había terminado para mí, cuando empezó a nacer Luli Pampín.
-El nacimiento de tu hijo fue el disparador para la gestación de este proyecto artístico…
-Pasaba todas las tardes con él, ya cuando tenía más de un año nos la pasábamos cantando, bailando y era algo que me hacía tan feliz y veía que a él lo hacía feliz. El trabajo que estaba desempeñando en ese momento no era un trabajo con el cual me sentía identificada, quería hacer algo más encaminado, algo que me hiciera sentir bien de verdad, pues ese fue el momento en que me di cuenta que tenía que seguir por ese camino. -¿Cómo fue la construcción del personaje de Luli? -La verdad es que al principio de los principios yo quería alejarme un poco del trabajo que desempeñaba entonces hice todo lo contrario, pues ahora lo quiero todo de color rosa, quiero todo lo más delicado posible. Entonces Luli Pampín empezó siendo una muñeca de una cajita musical, una muñeca como de ballet. Luego me di cuenta de que yo no era esa persona, aunque quisiera serlo, ya no lo era, no me sentía identificada con esa delicadeza porque yo no me sentía así, entonces poco a poco el personaje fue cambiando a como soy, como me siento. Es lo que quiero también inculcarles a los pequeños, porque también veo que está un poco ya gastado el tema del estereotipo de la princesa. Creo que esa no es la vida real, uno como mamá, como papá, como trabajador, lo que te encontras en la vida es…luchar día a día, de eso se trata la vida, ir a trabajar, cuidar a los niños, hacer un montón de cosas a la vez, que es como yo me siento, por eso mi personaje fue mutando de esa bailarina a esa súper heroína que es hoy en día. -En 2016 subiste tu primer video a YouTube. ¿Cómo recordás aquel momento? -Ese video fue recontra precario, porque empecé desde lo más abajo con lo que tenía en mi casa, con la luz del sol, grabando y aprendiendo poco a poco lo que iba pudiendo, y obviamente es siempre un camino que se va recorriendo y un escalón tras otro escalón que va. Veo que está un poco ya gastado el tema del estereotipo de la princesa Me puse a estudiar mucho sobre los niños, a trabajar con ellos para conocerlos más, a estudiar interpretación, entonces poco a poco, así como yo fui cambiando, fue cambiando también lo que fui aprendiendo, llevándolo a cabo, y más a medida que mi hijo va creciendo y sus necesidades también crecen. En el hecho de que le quiero enseñar, de qué manera, a lavarse las manos como se lo digo pues así compongo una canción, como afrontamos los miedos, entonces cada etapa de mi hijo me ha hecho también ver que es lo que puedo ofrecerles a los demás niños a la hora de enseñar. Cuando subí ese primer video obviamente pues con mucho miedo, un poco de si estaré haciendo bien las cosas o si les gustará, pero bueno...yo creo que siempre el éxito es hacer las cosas que uno ama con todo el corazón o perseguir tu sueño con todo el corazón, y sobre todo la constancia de decir quiero mirar hacia ese punto y ese es mi camino al que quiero ir, pues no salir del camino y la constancia de subir un video a la semana y estuve más de dos años sin generar nada económicamente pero yo lo tenía claro y no me importaba. -Tu hijo fue tu primer público y te servía de testeo para saber si una canción podía funcionar o no.. -Mi hijo al día de hoy es mi mayor crítico además de mi primer público, pero al principio era un momento de diversión, lo que pasa es que yo voy aprendiendo con él y también que ahora él es un poco más mayor y me va enseñando. Mi personaje fue mutando de esa bailarina de cajita musical a esta súper heroína que es hoy en día La mayoría de canciones que compongo son de momentos que digo 'quiero enseñarle tal cosa', estamos cantando esto y se me ocurrió esta idea, él obviamente me ayuda un montón, me dice 'mamá porque no haces una canción de esto'. No solo mi hijo sabés, porque lo bueno de tener las redes sociales es que nos aceptan un montón entonces hay muchas familias que dicen por favor también queremos aprender tal y tal cosa. Eso me ayuda también para saber qué es lo que les puedo ofrecer a todos los pequeños y pequeñas del mundo.