Prueben con 123. Una firma canadiense de criptomonedas informó que no podrá pagar la mayor parte de los 190 millones de dólares en inversiones de clientes después de que su fundador Gerald Cotten, de 30 años, y la única persona que conocía las contraseñas del monedero para almacenar monedas virtuales que no se conecta a Internet, falleciera inesperadamente en la India en diciembre de 2018.
Se trata de la compañía QuadrigaCX. En una declaración jurada ante el Tribunal Supremo de Nueva Escocia, la viuda Jennifer Robertson dijo que la empresa debe a sus clientes unos 190 millones de dólares tanto en criptomonedas como en dinero fiduciario.
El sitio Gizmondo informó que QuadrigaCX pidió protección al acreedor porque dice que no puede acceder a los fondos almacenados en el monedero.
La viuda también dijo que Cotten era “el único responsable del manejo de los fondos y las monedas” y que ningún otro miembro del equipo podía acceder a los fondos almacenados.
QuadrigaCX anunció la muerte de Cotten a mediados de enero, diciendo que había muerto “debido a complicaciones con la enfermedad de Crohn el 9 de diciembre de 2018 mientras viajaba a la India, donde estaba abriendo un orfanato para brindar un hogar y un refugio seguro para los niños necesitados”.
El sitio CoinDesk agregó que la viuda tiene el portátil de Cotten en su poder, pero ella dice que no conoce la contraseña y que un experto técnico reclutado por la empresa no pudo omitir su cifrado. La mujer también dice que Cotten no dejó registros de los negocios.
Otros informes han sugerido que es posible que algunos de los fondos en cuestión se trasladaran después de que se publicara el caso, y aunque las pruebas no fueron definitivas, esto y las extrañas circunstancias de la muerte de Cotten provocaron las acusaciones de que su fallecimiento era falso o el pretexto para algún tipo de estafa, de acuerdo con la CNN.
Sin embargo, Robertson incluyó un certificado de defunción, publicó CoinDesk.