Rescatistas encontraron viva a una beba de once meses bajo los escombros de un edificio derrumbado en la ciudad rusa de Magnitogorsk tras permanecer 35 horas oculta por los restos y el polvo. El colapso parcial del edificio se produjo el último lunes, como consecuencia de una explosión derivada de una pérdida de gas.
El estado de salud de la beba –que sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado y congelación severa– fue evaluado como muy grave, aunque los médicos tenían un “pronóstico positivo”, según informa el portal RT.
La menor sobrevivió porque se encontraba en una cuna y estaba bien tapada con una manta. "El bebé estaba apretado contra el colchón, la manta –que lo protegía del frío de la losa de la casa. se arrugó", indicó Piotr Gritsenko, responsable de los trabajos de emergencia en la zona.
"La cabeza estaba apretada por la puerta de un armario y la posición del cuerpo fue cercana a la ideal para mantenerse (con vida) tanto tiempo en el frío", afirmó.
Mientras los rescatistas realizaban trabajos en el lugar del derrumbe uno de ellos oyó un llanto infantil. Cuando los especialistas bajaron la voz, el bebé también empezó a calmarse, pero cuando volvieron a hablar más alto el menor lloraba más fuerte.
Con ayuda de los perros, los socorristas confirmaron que bajo los escombros estaba atrapado un bebé y fue entonces cuando se puso en marcha un amplio operativo de rescate.