Según un estudio de la Universidad de Arizona, publicado en Psychosomatic Medicine: Journal of Biobehavioral Medicine, luego de un divorcio, "expresarse" hace bien a la salud, pues ayuda a reducir los potenciales efectos negativos del estrés a nivel cardiovascular, calma los latidos del corazón y alimenta una reacción a la tensión.
Los estudiosos seleccionaron a 70 mujeres y a 39 hombres que se habían separado recientemente y les asignaron de modo casual tres tipos de ejercicios de escritura, desarrollados en diferentes ocasiones durante algunos días, tal como publicó docsalud.
A un grupo se le pidió que escriba expresando las emociones, a otro que desarrolle una tarea de escritura narrativa expresiva, o sea, que cree una narración coherente y organizada de la propia separación. Al tercer grupo se le dio, en cambio, un ejercicio de escritura neutro. Los indicadores de las respuestas cardiovasculares del cuerpo al estrés fueron comparados antes y después (hasta 9 meses).
Los resultados evidenciaron que los participantes a los que les asignaron tareas narrativas tuvieron una reducción de la frecuencia cardiaca y un aumento de la variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV), que refleja el mejor funcionamiento de las reacciones del sistema nervioso parasimpático del cuerpo a los estímulos, incluido el estrés.
Esos efectos fueron de todos modos moderados: la frecuencia cardiaca era de 7 latidos por minuto inferior a la de los otros dos grupos.
Los expertos explicaron que se necesitarán más investigaciones para profundizar, partiendo de los resultados, los efectos a largo plazo sobre la salud del divorcio.