En tiempos de ajuste, “sinceramiento” de tarifas e intereses elevados, liberar el espíritu consumista puede reportar más de una complicación a la hora de cerrar los números a fin de mes.
Para disciplinar la muñeca y, por carácter transitivo, la billetera, Intelligent Environments presentó la pulsera Pavlok. La misma emite pequeñas descargas eléctricas con el fin de desestimular una compra que excede el presupuesto.
El usuario o usuaria asocia el dispositivo a una cuenta bancaria y decide qué tanto puede gastar por día o por mes. Cuando se pasa de ese monto, llegan las descargas de 225 voltios.
El brazalete Pavlok fue lanzado el último año y el objetivo original buscaba –a través de breves descargas– ayudar a las personas a dejar los hábitos desagradables como comerse las uñas, fumar o masticar chicles.
Sin embargo este nuevo modelo del “wearable device” va un poco más lejos.
El dispositivo se basa en la teoría de Pavlov sobre los reflejos condicionados. El científico ruso comprobó el condicionamiento del comportamiento humano y de los animales mediante descargas eléctricas proporcionadas cada vez que se realice una mala acción.
El cerebro gradualmente asocia la sacudida eléctrica como un estímulo negativo y se siente inclinado a dejar el mal hábito.