No es ciencia ficción: ya existe un mini robot que recorre los vasos sanguíneos y otros sistemas del cuerpo administrando fármacos. Consiste en una franja de metal elástico que nada a lo largo de un estrecho tubo, lo que le permite enrollarse y cambiar de forma de acuerdo al espesor del fluido y los contornos.
El robot diseñado por investigadores suizos mide unos pocos milímetros y está fabricado con una técnica de plegado similar al arte japonés del origami, lo que le ayuda a adaptarse al entorno que lo rodea y llegar mejor al objetivo, según consignó 20 Minutos.
Está elaborado con nanocompuestos de hidrogel que contienen partículas magnéticas, lo que implica que sus movimientos pueden guiarse con un controlador magnético. De acuerdo a sus creadores, esta adaptación constante al ambiente está basada en la naturaleza, y ahora lo que se busca es mejorarle la habilidad de nado en los fluidos humanos.
No es el único de su tipo, ya que un equipo de la City University de Hong Kong (China) desarrolló un robot que se mueve como una oruga y también tiene como objetivo administrar fármacos directamente dentro del cuerpo. El objetivo de estos desarrollos es llegar en el momento justo y al lugar específico del organismo en el que se deben aplicar las dosis, para perfeccionar los tratamientos.