La niña tucumana de 11 años que espera un hijo después de haber sido abusada por el novio de su abuela, confirmó hoy el ataque sexual al declarar en Cámara Gessel. La Justicia definirá si autoriza la interrupción del embarazo.
La menor declaró durante más de una hora y por orden de María del Carmen Reuter, a cargo de la Fiscalía Especializada de Delitos contra la Integridad Sexual de la provincia, quedará internada en un hospital, donde recibirá atención médica y psicológica por parte de especialistas.
"Las leyes establecen que se puede interrumpir el embarazo de una víctima de violación, pero para que ello ocurra debe intervenir la Justicia", señaló el secretario ejecutivo del Sistema provincial de Salud (Siprosa), Conrado Mosquera.
El funcionario aclaró que, luego de cumplirse los pasos legales, los profesionales de la salud deben determinar si la vida de la madre corre peligro en caso de interrumpirse el embarazo. Para que esto suceda, la menor debe pedirlo y su padre, madre o tutor convalidarlo.
El caso presenta complejidades legales, ya que la madre perdió la tenencia de la pequeña después de que se confirmara que su pareja había abusado de las hermanas de la víctima. A partir de ello, la Justicia decidió que la niña quede bajo custodia de su abuela. Es probable que la mujer pierda esa condición por la denuncia por abuso que apunta a su pareja.
La fiscal Adriana Giannoni, que debe intervenir si es que se decide interrumpir el embarazo, espera una confirmación oficial sobre el estado de salud de la niña y precisiones sobre el tiempo de gestación. En un primer momento se dijo que eran 16 semanas y ahora se especula que podrían ser más de 20.
El caso
La madre de la niña denunció en la Unidad Regional Este de la provincia que su hija fue abusada sexualmente por quien es la actual pareja de la abuela materna de la víctima.
Según el relato de la madre, el acusado aprovechó la oportunidad para buscar a la menor de edad cuando se quedó solo con ella en la casa en donde vive junto a su abuela, en la Comuna 7 de Abril ubicada en el departamento de Burruyacú al noreste de Tucumán.
Al tomar conocimiento de lo sucedido, la mujer llevó a la nena a un Centro de Atención Primaria de Salud (Caps) de la zona, donde le confirmaron que estaba embarazada.
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