Eduardo Martín Torres, Juan Roberto Aymo y Ramona Isabel Rodríguez están involucrados en la megacausa por fraude y lavado de dinero. Y los tres fueron procesados hace poco, en otra causa, por un delito muy similar al que los puso bajo la lupa de los fiscales Valeria Haurigot y Sebastián Narvaja, reemplazado recientemente por Adrián Mac Cormack.

La jueza de Instrucción del viejo sistema procesal penal, Delia Paleari, procesó a Torres por estafa, falsificación y uso de instrumento público; y también a Aymo, dedicado a la comercialización de autos y a su esposa, Rodríguez. Es por la venta de una propiedad en Pasco al 1000 por medio de un documento falso cuando sus dueños estaban en el extranjero.

Ya en noviembre de 2016, la jueza había procesado a Torres por tentativa de estafa en concurso real con falsificación material e ideológica por un campo de la localidad bonaerense de Baradero. Torres lo había intentado vender de forma fraudulenta, sin permiso ni conocimiento de su dueño, Eduardo Federico A.

Ahora, Paleari lo volvió a procesar por otra venta fraudulenta, esta vez de un inmueble ubicado en Rosario.

Torres, Aymo y Rodríguez también están implicados en la llamada “megaestafa” que tiene entre sus sospechosos a conocidos profesionales y empresarios rosarinos a quienes se les adjudica la formación y funcionamiento de una red delictiva para realizar fraudes inmobiliarios.

A principios de abril, los fiscales Narvaja y Haurigot habían pedido para Torres, 14 años de prisión, una multa de más de 54 millones de pesos y diez años de inhabilitación especial para ejercer. Según Fiscalía en su calidad de escribano, Torres "hace un aporte sustancial a la banda a través de la confección de cobertura documental para la generación de activos ilícitos".

A Aymo y a su esposa los identificaron como los encargados de las primeras fases de la ejecución de los fraudes inmobiliarios. Para él, pidieron 14 años de prisión y la misma multa que para Torres; y para ella, tres años y seis meses de cárcel y una multa de 100 mil pesos.

Aymo y Torres se encuentran detenidos en una unidad penitenciaria y Rodríguez bajo arresto domiciliario.