Una situación de gran tensión se vivió y se vive en Jujuy a partir de la detención de dos dirigentes estudiantiles de la Universidad de Ciencias Agrarias (UNJU) de esa provincia. Los jóvenes aseguran que la policía entró de manera “ilegal” y que se llevó a los titulares del centro de estudiantes “sin orden judicial”. Por otro lado, las autoridades argumentan que los detenidos habían sido denunciados por “ruidos molestos”.

Según detalla el diario La Nación, el confuso episodio sucedió en horas de la madrugada de este jueves. Otros alumnos, que participaban de un asado con el que festejaban el bautismo de ingreso de los asistentes a primer año, contaron que tuvieron que esconderse en vehículos para impedir el arresto.

La policía jujeña llegó al lugar con varios patrulleros que, según dijeron los estudiantes, ingresaron "de manera ilegal" al predio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNJU, situado en el barrio Los Naranjos de la capital provincial.

Los detenidos fueron identificados como Joaquín Quispe, presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad, e Ignacio García, quienes fueron alojados en la seccional 1ª y más tarde liberados, con diferencia de horas, cuando llegó a la dependencia policial el decano de la Facultad, Mario Bonillo, en compañía de un abogado.

Bonillo calificó el operativo como "abuso de autoridad" y reveló que "la policía ingresó sin orden judicial", y que los estudiantes "fueron detenidos por una contravención provincial" que no tiene validez en un lugar de jurisdicción nacional.

"Ambos chicos están golpeados, se han hecho las denuncias correspondientes. Han sido maltratados los chicos", sostuvo esta mañana Bonillo en diálogo con radio El Mundo.

La Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy (Adiunju) emitió un comunicado esta noche repudiando el accionar policial y reclamando la renuncia de los funcionarios responsables de seguridad, además de exigir una investigación judicial de los hechos.

La respuesta oficial

En tanto, desde la administración del gobernador Gerardo Morales, que está en la mira de organismos nacionales e internacionales por el polémico encarcelamiento de Milagro Sala, justificaron el operativo. Señalaron que los efectivos acudieron por "llamados de vecinos" que se quejaban de "una fiesta y ruidos molestos".