La jueza Delia Paleari procesó a los cuatro principales investigados dentro de SuperGatitas.com, un sitio web que servía como plataforma para ofrecer servicios y citas sexuales que se concretaban en privados del centro de Rosario. Se trata de Edith Liliana Guzmán, Luis Mantovani, David Trigueros (co-autores) y David Centeno (partícipe), sindicados por la Justicia como responsables del delito de promoción y facilitamiento de la prostutición, como así también su explotación económica.
La decisión de la magistrada de Instrucción remarca además que cada uno mantiene su estado actual (de detención o domiciliaria) y trabó embargos por 30 mil pesos. Además, dictó falta de mérito para Eduardo Díaz, Ricardo Roulín y Pascual Cuesta; uno era remisero y los otros dos actuaban como seguridad privada de los inmuebles.
De los procesados, que están expuestos a penas de entre 4 y 6 años de prisión, cada uno tenía un rol claro: hay un jefe, un promotor que obtenía y publicaba fotos para ofrecer servicios, una madame y un recaudador, que cada mañana retiraba dinero de los privados. La ley no sanciona el ejercicio de la prostitución, sí al organizador o regente que lucra con la actividad ajena; según la Justicia, todos participaban de las ganancias de terceros, que en todos los casos eran mayores y actuaban con su consentimiento.
Las mujeres declararon que llegaron a ganar, en 2014, hasta 2000 pesos por noche cada una; algunas pagaban "alquiler" de las habitaciones y otras entregaban el 50% de los ingresos.
La Justicia local logró también probar los vínculos entre los involucrados y su relación con los prostíbulos céntricos. Inclusive, conformaban una sociedad anónima llamada Roso, creada para el desarrollo de negocios inmobiliarios, pero jamás tuvieron movimientos en ese rubro. En el registro público de comercio, figuraba como representante un familiar directo de Trigueros.
La organización contactaba a las mujeres, publicaba su fotos, disponía de los inmuebles y realizaba otro tipo de promoción. Por ejemplo, a través de medios impresos y mediante tarjetas personales con la inscripción "Gestoría del automotor".
Un tema resonante
El caso de SuperGatitas.com (y otros sitios similares) tomó vuelo la madrugada del 12 de septiembre de 2014, cuando allanaron los privados de San Juan al 1450 y Presidente Roca al 1239, como así también los domicilios particulares de los involucrados.
Aquél día, Mantovani se ocultó en un baño y se enfrentó a balazos con los efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) que ingresaron a su propiedad de Funes. "No escuché que hayan dicho que eran policías. Pensé que me venían a robar", se defendió en su indagatoria.
Las jornadas siguientes también fueron calientes: al ser detenido el hijo del por entonces coordinador de Gabinete de la intendenta Mónica Fein, el radical Néstor Trigueros, la intendenta resolvió echarlo -más allá de que él no estaba directamente involucrado en la causa-. Asimismo, disparó una interna fuerte en la UCR entre el concejal Jorge Boasso y el diputado Julián Galdeano, que casi llega a la Justicia.
De todos modos, consta que Boasso se presentó espontáneamente en el Juzgado y desmintió tener relación laboral con David Trigueros. Tiempo después, la defensa del imputado sostuvo que era un joven "de buena familia y de trabajo" y que vivía de la "venta y creación de sitios web"; de hecho, indicó que había hecho la página del propio Boasso.
La investigación, inicialmente, fue llevada adelante por la Fiscalía de Imputados No Individualizados del sistema conclusional, a cargo de Marcelo Vienna. Una vez que identificaron a los ahora procesados, la causa pasó bajo la órbita de Cristina Herrera (actualmente en licencia).
Tal como sucedió con dos empresarios que cayeron por atentados contra competidores del mundo de las farmacias y en este 2016 irán a juicio, la Fiscalía NN llegó hasta el eslabón más alto de la organización. Fueron dos de las investigaciones más importantes del 2014. Con Supergatitas.com, para el trabajo de campo estuvo asignada la Dirección de Prevención y Sanción del Delito de Trata, a cargo de la comisario Marcela Muñoz.
Los allanamientos de 2014 fueron autorizados por Alejandra Rodenas; con la redistribución de juzgados, la causa quedó bajo la órbita de Luis María Caterina y, cuando éste pasó al nuevo sistema penal, recayó en Delia Paleari. Ahora llegó el procesamiento de los principales involucrados, en consonancia con el pedido de la funcionaria que actualmente tiene a cargo la Fiscalía N°9, Magdalena Mazzini.
La decisión judicial es de primera instancia y no está firme: puede ser apelada por las partes.