Erica Daniela Berni es una chica de 24 años que vive en Zavalla y que por estas horas trata de recuperar su ritmo de vida habitual rodeada de sus tres chiquitos de 6, 4 y 2 años. Una semana atrás viajaba “en el tercer o cuarto asiento” del Monticas que cubría el trayecto de Rosario hasta su pueblo cuando la tragedia la envolvió y aun se niega a soltarla por completo. Desde la cama en la que se recupera de las heridas y los golpes que le dejó el fatal accidente entre micros de la misma empresa, atendió el llamado de Radio 2 y compartió un relato escalofriante: “Lo que nunca me voy a olvidar es el pedazo de cubierta que voló y el grito de Aníbal”, confió.
“Estoy bastante dolorida y bastante golpeada, la verdad es que no recuerdo mucho”, comenzó diciendo Erica en el programa A Diario. “Me vienen imágenes, ruidos, lo que tengo en la cabeza y no me lo puedo sacar es un pedazo de cubierta que vuela”, detalló.
Después dio un detalle que congela la sangre: “Me acuerdo del grito de Aníbal y eso es todo, no me acuerdo de nada más”. La referencia es para Aníbal Pontel, el conductor del colectivo de Metropolitana, perteneciente a Monticas, que falleció por el impacto contra el micro conducido por Gustavo Souza, otro de los 13 fallecidos.
“Yo estudio en el Empa de Pérez, tomaba siempre el colectivo de la tarde, pero ese día viajé a la mañana para acompañar a mi primita, que por suerte ya se había bajado”, relató Erica, mientras de fondo se escuchaba el llanto de su hijo más pequeño, que por estos días demanda su cariño “más que nunca”.
“Estaba sentada entre el tercer y cuarto asiento, escuché el grito del chofer y después se me borró todo”, insistió la joven, hablando del recuerdo que invade su mente una y otro vez. “Lo que no me voy a olvidar nunca más es el pedazo de cubierta que vuela”, repitió.
El testimonio de la chica herida en el accidente refuerza la versión más firme que maneja fiscalía respecto de la causa del accidente, que es el reventón de un neumático delantero del colectivo de menor porte, que cubría el trayecto Rosario-Zavalla.
“No sé si el neumático reventó o si la goma estaba recapada, no entiendo mucho de eso, pero lo único que puedo decir es que se desprendió un pedazo y voló por el aire”, describió.
A Erica le costó volver en sí luego del choque: “Perdí la conciencia, volví a recuperarla a la noche en el hospital”, contó. Y habló de las consecuencias que el accidente dejó en su cuerpo: “Tengo traumatismo de cráneo, fisura de pelvis y muchos golpes abdominales y en la zona de los pulmones”.
“Viajábamos todos los días sin aire acondicionado, con partes del micro rotas. Y los choferes son los que más sufren esta situación”, concluyó.