La trombofilia es una anomalía en el sistema de coagulación sanguínea. Se manifiestan como una alteración en el equilibrio entre la formación y la destrucción de coágulos, lo que predispone a desarrollar fenómenos trombóticos, como la formación de coágulos arteriales o venosos.
Pueden ser hereditarias o adquiridas. Afecta a un reducido porcentaje de mujeres embarazadas, ante lo cual, Rosario3.com, consultó a la doctora Alejandra Hallberg, tocoginecóloga, especialista en Medicina Reproductiva, quien así lo explicaba: “La trombofilia es del campo del hematólogo, pero tiene sus injerencias en los ginecólogos, en los obstetras y en los especialistas en Medicina Reproductiva. Se trata de una tendencia al aumento de coagulación de la sangre por distintos orígenes, que pueden ser hereditarios o adquiridos.
A los ginecólogos y los obstetras nos compete porque la mujer puede perder embarazos. En general son los que tienen más de 7 u 8 semanas los que se pierden por trombofilia, aunque la misma tiene incidencia durante todo el embarazo, pudiendo ocasionar problemas obstétricos importantes.
No se da sólo en mujeres, sino que en ellas se da de manifiesto principalmente por las pérdidas de embarazos”.
- ¿Puede una mujer tener trombofilia y no enterarse sino hasta la pérdida de un embarazo?
- Sí, se puede manifestar con la pérdida de un embarazo. No se puede hacer un relevamiento previo; y en general, se piden estudios correspondientes ante la sospecha fundada; ya que son estudios muy complejos y muy caros. Además no lo justifica su incidencia en la población de mujeres embarazadas.
- ¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
- Se diagnostica fácilmente con un análisis de sangre, aunque los estudios son de por sí bastante caros entonces no vale la pena hacerlo como un chequeo en toda la población sino ante la sospecha.
En cambio, si la paciente ha tenido antecedentes en la familia de trombosis, ACV, infartos y está embarazada, habría que asociar la pérdida con la posible trombofilia y pedirle la batería de estudios de esta enfermedad. Hay tratamientos con heparina, que es un anticoagulante, además de recurrir a otras soluciones. El control periódico es lo aconsejado.
