Un joven de 31 años que residía en Texas, Estados Unidos, se hizo un tatuaje en la pierna derecha y un mes después murió. Contra la advertencia médica, se metió al mar a los cinco días de haberse hecho el tatoo lo que le provocó una infección generalizada. En los análisis detectaron que una bacteria propia de aguas oceánicas desató la septicemia.
Aunque la tinta no lo permita ver, los tatuajes son heridas y como tales, si no se toman los recaudos necesarios pueden infectarse. Es lo que le pasó a este muchacho estadounidense que se había hecho una cruz con dos manos en posición de oración en la pierna. "Jesús es mi vida", rezaba el tatoo.
Pero el texano hizo caso omiso del consejo del profesional que realizó la obra –de mantener limpia y cubierta la zona– y se dio un baño en el Golfo de México.
Al cuidado de la piel hay que mantenerlo con un ungüento antibacterial y como protección durante varias horas se deben evitar las duchas, eso incluye no tirarse al agua para nadar mientras la piel se está regenerando, así lo explicó en un reporte en el BMW Case Reports el médico Nicholas Hendren quien atendió al joven cuando llegó en grave estado al Hospital Parkland Memorial en Dallas.
“Por estos días decidimos hacer público el caso para concientizar sobre los cuidados que se deben tener cuando se realizan estas prácticas”, señaló el médico.
El joven, cuya identidad no fue revelada, se había metido a las aguas del Golfo de México a cinco días de haberse tatuado. Tres días después, ingresó al hospital con dolor agudo en las piernas y pies. Tuvo fiebre, escalofríos y enrojecimiento alrededor del área donde se realizó el diseño.
"Dijo que sentía mucho dolor en la pierna derecha y fue atendido de inmediato. En pocas horas, las cosas habían avanzado rápidamente", relató Hendren y agregó: “Había oscurecimiento de la piel, moretones, mayor decoloración, lo que llamamos bulas –o montículos de fluido que se estaban empezando a acumular en sus piernas– lo cual, por supuesto, es alarmante”.
El profesional dijo que el proceso estaba “en las primeras etapas de un choque séptico y sus riñones ya tenía cierto daño” y que “para empeorar la situación el hombre tenía una enfermedad crónica del hígado”.
Las pruebas detectaron en su cuerpo "vibrio vulnificus", una bacteria que se encuentra en el agua de las costas oceánicas y según el relato del médico el paciente a las dos semanas había comenzado a responder al tratamiento: “Le retiraron el respirador y empezó con la rehabilitación”.
Pero al mes empezó a empeorar y murió de una infección."Se trata de que si decides hacerte un tatuaje, lo hagas de forma segura, en un lugar con habilitado. Cuidar y tratarla la herida", aconsejó el profesional.