Durante este fin de semana, se duplicaron las vistas al museo Castagnino, recientemente pintado de color negro en el marco de la muestra “Ampliación”. Desde la Secretaría de Cultura de la Municipalidad confirmaron que la pintura, que generó una
gran polémica en la ciudad, puede ser removida sin dejar rastros y sostuvieron que los costos fueron financiados por empresas privadas y no con fondos estatales.
La periodista Evelin Machain informó en A Diario (Radio 2), que este fin de semana, se duplicó el número de visitas al museo de Bellas Artes ubicado en la intersección de avenida Pellegrini y bulevar Oroño. Según datos oficiales, el sábado y domingo pasados, se expendieron 400 entradas mientras que el promedio es de 200.
Detrás de este interés hacia el museo está la polémica intervención de Mariana Tellería que volvió negras las paredes del histórico edificio con un fin artístico. Ante la evidente modificación, se despertaron voces a favor y en contra de la puesta en escena con una variedad de argumentos. Esta confrontación de miradas se evidenció este domingo con la realización de dos manifestaciones entorno al inmueble: a favor del negro, un grupo nutrido de personas se besaron; en contra del negro se efectuó un “abrazo” que buscó “proteger” al museo del supuesto daño ejercido en su contra.
Por su parte, consultado por la emisora, el secretario de Cultura local, Horacio Ríos, sostuvo en relación al encendido debate que generó la pintura: “Va en gusto de cada uno pero no vamos a aceptar opiniones corridas del eje artístico, como por ejemplo que el museo no volverá al color original o que la inversión fue municipal cuando estuvo a cargo de empresas privadas”, señaló.
Ríos agregó al respecto: “La gente tiene derecho a saber que es lo correcto” y remarcó: “La intervención es hasta febrero y el museo volverá al color original”. Finalmente, cuestionado sobre los efectos negativos que un sector asegura que puede generar este revestimiento sobre la piedra original, señaló: “Tenemos una fuerte convicción de que no dañamos que ya fue dañado”.
La periodista Evelin Machain informó en A Diario (Radio 2), que este fin de semana, se duplicó el número de visitas al museo de Bellas Artes ubicado en la intersección de avenida Pellegrini y bulevar Oroño. Según datos oficiales, el sábado y domingo pasados, se expendieron 400 entradas mientras que el promedio es de 200.
Detrás de este interés hacia el museo está la polémica intervención de Mariana Tellería que volvió negras las paredes del histórico edificio con un fin artístico. Ante la evidente modificación, se despertaron voces a favor y en contra de la puesta en escena con una variedad de argumentos. Esta confrontación de miradas se evidenció este domingo con la realización de dos manifestaciones entorno al inmueble: a favor del negro, un grupo nutrido de personas se besaron; en contra del negro se efectuó un “abrazo” que buscó “proteger” al museo del supuesto daño ejercido en su contra.
Por su parte, consultado por la emisora, el secretario de Cultura local, Horacio Ríos, sostuvo en relación al encendido debate que generó la pintura: “Va en gusto de cada uno pero no vamos a aceptar opiniones corridas del eje artístico, como por ejemplo que el museo no volverá al color original o que la inversión fue municipal cuando estuvo a cargo de empresas privadas”, señaló.
Ríos agregó al respecto: “La gente tiene derecho a saber que es lo correcto” y remarcó: “La intervención es hasta febrero y el museo volverá al color original”. Finalmente, cuestionado sobre los efectos negativos que un sector asegura que puede generar este revestimiento sobre la piedra original, señaló: “Tenemos una fuerte convicción de que no dañamos que ya fue dañado”.