El filósofo y ex secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, manifestó que apoya “fervorosamente” la publicación de Carta Abierta titulado "Un llamado ante una hora crucial: Cristina Fernández de Kirchner Presidenta".
El funcionario del gobierno anterior aclaró que ya no forma parte del grupo de intelectuales kirchneristas –“tengo otros modos de participar, la escritura personal y no orgánicamente de un espacio”– pero manifestó: “Respaldo que Cristina debe ser candidata a presidenta”.
“Es una carta importante (ver texto). Yo no estoy participando activamente de Carta abierta y no la redacté pero la apoyo fervorosamente”, expresó Forster en el programa A diario (Radio 2).
En paralelo, el doctor en filosofía y profesor de la UBA se mostró crítico de la foto que lanzaron dirigentes del PJ, presentados como “una alternativa”, y dijo que "no se diferencian de las experiencias neoliberales pasadas o presentes”.
Para Forster, Sergio Massa, Juan Schiaretti, Miguel Angel Pichetto y Juan Manuel Urtubey integran un peronismo que aportó “en modo decisivo para que el macrismo avanzara como avanzó con leyes y medidas espantosas que hacen cada día mas difícil la vida de los argentinos”.
“No es oposición, es parte de una alternancia del poder real de la Argentina y las políticas del Fondo Monetario”, dijo y calificó al gobierno de Mauricio Macri como una “ofensiva de destrucción de la vida económica, social, institucional y cultural”.
“Bonadío es la expresión de una justicia canalla”
En diálogo con los periodistas Alberto Lotuf y Ciro Seisas, el ex integrante del Ministerio de Cultura planteó sus dudas sobre la causa de “los cuadernos de las coimas” y el juez a cargo, Cladio Bonadío.
“Bonadío es la expresión de una justicia canalla, inquisitorial y oscura. Hay un problema enorme con la justicia que viene de hace mucho tiempo y no se pudo avanzar en una reforma profunda. Es el único poder que se gobierna asi mismo y tiene estructuras mafiosas en su interior”, consideró.
“Hoy –continuó– utiliza un viejo mecanismo de la inquisición: la figura del arrepentido, del delator, con un tipo de interrogatorio que se convierte en una forma novedosa de tortura psicológica”.
“Descreo profundamente de la actualidad de la justicia”, dijo Forster y recordó que el flamante presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, “iba a entrar por la ventana (por decreto de urgencia) y no tenía ningún problema y que es el autor del 2x1 que significaba un nuevo avanzar en un indulto sobre los genocidas”.
Para el filósofo, la causa de los cuadernos (o sus fotocopias) se sostiene en declaraciones de arrepentidos que actúan bajo “chantaje” a cambio de su libertad pero faltan “pruebas fehacientes, aparte de testimonios inducidos, que lo que están declarando tiene alguna verosimilitud”.
“Además hablar de bolsos y de dinero en abstracto tendrán que probar dónde está ese dinero, qué pasó con ese dinero, porque si no estamos en el plano de declaraciones atravesadas por todo tipo de chantajes”, añadió.