Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer de piel es el tumor maligno más frecuente en los seres humanos. Y la exposición intensa y prolongada a los rayos del sol es el principal causante de esta condición, aunque existen otros factores de riesgo como: antecedentes familiares de cáncer, ser de raza blanca, tener los ojos de color azul, ser rubio o pelirrojo y la presencia de más de 50 lunares en el cuerpo.
Existen pruebas concluyentes de que el sol es la principal causa de daños sobre la piel, provocando flaccidez, envejecimiento prematuro, arrugas, pérdida de elasticidad y cáncer. En razón de lo expuesto, es conveniente ser muy precavido para “tomar sol”.
El doctor Osvaldo Freddi, cirujano plástico, especialista en quemaduras y director del Centro de Quemados y Cirugía Plástica del Sanatorio Británico, dio sus consejos al respecto: “Para poder disfrutar del sol, fuente de salud, deberemos tomar precauciones para evitar los efectos indeseados que produce la exposición durante un tiempo prolongado. Hay que evitar el sol del mediodía, no exponiéndose entre las 11 y las 15”, señaló.
Aun estando en la sombra a esa hora, incluso en un día nublado, el sol puede afectar nuestra piel. Lo más aconsejable es cubrirse todo el cuerpo, con ropa clara y liviana, mangas largas y sombrero. Además se deben mantener a los chicos en la sombra, ya que ellos tiene la piel muy delicada y son más vulnerables que los adultos. Nunca debe faltar la protección solar, sobre todo entre las 11 y las 15.
“No se exponga al sol si está tomando por indicación médica un producto medicinal que produzca fotosensibilidad, como anticonceptivos orales, diuréticos, antibióticos, antiinflamatorios, antidepresivos. Consulte con su médico antes de hacerlo”, aconsejó Freddi.
Por otro lado recomendó usar cremas protectoras solares de alta protección y renovarlas cada vez que salga del agua. “El sol produce vitamina D necesaria para, entre otras cosas, el metabolismo óseo. Expóngase pero con responsabilidad”, cerró.