El concejal justicialista Roberto Sukerman presentó un proyecto para que los servicios de transporte privados para actividades escolares, deportivas y recreativas deban pasar por la terminal de ómnibus Mariano Moreno previamente a iniciar el viaje para ser controlados por la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), y los conductores sean sometidos a controles de alcoholemia y narcolemia por parte de la Municipalidad de Rosario. Además el edil peronista entró en polémica con su par de Cambiemos, Roy López Molina, quien había solicitado el cumplimiento de una ordenanza al respecto aprobada en marzo de 2017. En tanto, el socialista Horacio Ghirardi también salió a responder al edil del PRO y manifestó que la responsabilidad de controlar los ómnibus es del ente nacional y no del municipio de Rosario.
El debate se desató en el Concejo luego de un control realizado sobre un micro por pedido de los padres de los chicos que debían viajar el domingo pasado de Rosario a Córdoba. El operativo terminó con un colectivero sancionado luego de dar positivo en el test de alcoholemia.
La Secretaría de Control municipal informó que el personal acudió a solicitud de las familias de los alumnos del colegio La Salle, que a los pocos minutos se disponían a partir del establecimiento (Alem al 1100) hacia la provincia vecina.
El pedido de López Molina
Sobre el tema, Roy López Molina, llamó a cumplir con la ordenanza aprobada en marzo de 2017, que enuncia que todos los vehículos de transporte de media y larga distancia deben partir desde la terminal.
“Lo que ocurrió con los alumnos del Colegio La Salle de la ciudad no puede pasar más, teniendo en cuenta que, por iniciativa de Cambiemos, en marzo de 2017 se aprobó una normativa en el Concejo que exige a todos los colectivos de larga distancia, incluso aquellos realizan viajes especiales, deben ingresar previamente a la terminal de ómnibus”, explicó el edil.
En ese sentido, exhortó a “que se cumpla la ordenanza” del 2017, de manera de “trabajar de manera conjunta y coordinada con la Municipalidad para evitar salidas de micros desde Rosario sin ninguna verificación tanto mecánica y sanitaria como de los conductores”. De lo contrario, afirmó López Molina, “debe existir un sistema confiable para que la Municipalidad notifique las partidas fuera de la terminal de colectivos”.
Proyecto de Sukerman
Sukerman dijo este miércoles que los servicios con modalidad “puerta a puerta” habitualmente “no cumplen con ningún control sobre el estado de los colectivos, el descanso y la aptitud física de los choferes, principales causas de los mal llamados accidentes en las rutas”. Y remarcó: “La falta de controles estatales pone en riesgo la vida de muchas personas”.
Por otra parte, Sukerman desmintió al concejal del Pro Roy López Molina quien aseguró que se incumple una ordenanza del 2017: “El proyecto que presentó Cambiemos nunca fue aprobado. López Molina no conoce ni siquiera los proyectos de su propio bloque, porque esa iniciativa nunca salió de la comisión de Servicios Públicos”.
En tanto, la “parada obligatoria” en la terminal de ómnibus será para las empresas o particulares que presten servicios a establecimientos escolares en todos los niveles, instituciones deportivas, viajes de turismo y a cualquier contingente de personas sea cual fuere la causa o destino. “La Municipalidad deberá emitir un certificado donde conste que los conductores y el vehículo se encuentra en condiciones de transitar, a los efectos de un mayor control por parte de las instituciones”, señaló Sukerman.
Ghirardi pidió más inspectores de la CNRT
Finalmente, el concejal socialista Horacio Ghirardi consideró que para garantizar el traslado seguro de las personas, más aún cuando son niños, se debe reforzar el personal y los controles de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte.
“Solo cuenta con nueve inspectores para todo el sur de Santa Fe. Ese es el problema”, indicó.
Todos estamos preocupados por el traslado seguro de las personas en el transporte de media y larga distancia, mucho más cuando los pasajeros son niños, pero que quede claro que la responsabilidad de controlar todos los aspectos técnicos y mecánicos de los ómnibus que salen o ingresan a Rosario, asi como de la aptitud psicofísica de los choferes, es de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT)”, aseguró Ghirardi.
“Las declaraciones del concejal López Molina –agregó Ghirardi- tratando de endilgar toda la responsabilidad al municipio solo aportan confusión y desinformación porque el verdadero problema es que la CNRT solo cuenta con 9 inspectores para el sur de Santa Fe, lo cual es evidentemente escaso para la magnitud de lo que debe controlar”, consideró el edil socialista.
“Aquí estamos hablando de la seguridad de las personas y López Molina se basa en una ordenanza que solo refiere a la higiene de las unidades”, especificó.