Leer y escribir son dos de los aprendizajes más importantes que adquiere una persona en el inicio de su vida y que están íntimamente interconectados. Uno de los métodos pedagógicos utilizados para reforzar esta comprensión son las fichas de lectoescritura, destinadas a abordar diversos aspectos del lenguaje.
Estas fichas contienen ejercicios prácticos que el alumno puede resolver con el fin de profundizar en su conocimiento sobre el lenguaje, según consignó el sitio Formación y Estudios. Lo hacen a través de la combinación de teoría y práctica, brindando a los alumnos la oportunidad de organizar los datos a partir del criterio objetivo de temas diferenciados.
De este modo, cada estudiante puede repasar de forma particular los contenidos al revisar de nuevo estas fichas que guarda como material de trabajo.
¿En qué ámbitos pueden aplicarse? Son especialmente útiles para comenzar a realizar los primeros ejercicios de caligrafía, con el fin de que el alumno aprenda a escribir vocales y consonantes con su propia letra. Todo ello requiere de un proceso de entrenamiento y experiencia.
Otro ejemplo consiste en vincular las palabras con los dibujos correspondientes. De este modo, el texto y la información visual estimulan la mente del alumno en el ejercicio creativo de establecer una asociación de ideas con una razón objetiva de significado.
En cuanto al lenguaje, puede hacerse una para identificar entre el grupo de palabras presentadas en una ficha, cuántas sílabas tiene cada una. Del mismo modo, para profundizar en las posibilidades de los sinónimos y antónimos también es posible presentar fichas sobre esta temática con el fin de incrementar la riqueza de vocabulario en el alumno.
Existen fichas de lectoescritura orientadas a aprender las vocales y otras fichas destinadas a aprender las consonantes. También es posible seleccionar el grupo de palabras que comienza por una letra específica. Igualmente, desde esta perspectiva didáctica, es posible propiciar el aprendizaje de números y letras.