Cuando alguien se atraganta con un trozo de comida y se está asfixiando, se sabe que lo hay que hacer es la denominada maniobra de Heimlich.
Pero, ¿qué pasa si quienes nos atragantamos somos nosotros y estamos solos? El sitio The Hippocratic Post publicó una serie de pasos que viene bien saber.
Mantener la calma: si entrás en pánico, la garganta se cierra más y será más difícil sacar el objeto que te obstruye la respiración.
Nunca te metas los dedos en la boca para intentar sacar el trozo de comida: en nueve de cada diez ocasiones esto empeora la situación.
Toser: si la obstrucción es parcial, con toser fuerte debería alcanzar. Si nos inclinamos hacia adelante mucho mejor, porque la gravedad ayuda en el proceso.
Llamar la atención de alguien: si el bloqueo es total, toser no sirve y hay que pedir ayuda como sea. En un restaurante o bar, pateale la mesa a alguien si es necesario, o golpea la puerta del vecino si te ocurre en tu casa.
Si no hay absolutamente nadie a tu alrededor: tendrás que hacerte solo la maniobra de Heimlich. ¿Cómo hacerla? Colocá un puño en el espacio entre la caja torácica y el ombligo, con la otra mano empujá el puño hacia arriba y con fuerza, dibujando una especie de J. El respaldo de una silla puede servir.
Mejor prevení: mientras tenés algún alimento o golosina en la boca no te rías o hables, y mucho menos juegues a tirar cosas al aire e intentar atraparlas con la boca. Comé bocados pequeños y masticá despacio.