“El envejecimiento de la columna es normal a partir de una determinada edad que va entre los 30 y 35 años, cuando comienzan a envejecer los discos intervetebrales; a partir de lo cual se comienza a evidenciar un proceso degenerativo en las facetas articulares, pequeñas articulaciones de la columna que comienzan a doler”, indicó a Rosario3.com, el doctor Marcelo Pastor, médico traumatólogo.
Agregó que por el tipo de vida que llevamos en occidente, se generaron cambios posturales que hacen que nos sintamos más incómodos al finalizar nuestros trabajos, algo a lo que además se asocia la falta de actividad física. “Esto hace que los grandes estabilizadores de la columna, que son los músculos, no tengan el desarrollo adecuado, con la cual la estructura ósea sufre por esa carencia”, sostuvo y añadió que estos malestares han llevado a la gente joven a consultar por su columna a edad más temprana.
¿Quiere decir que en temas de la columna hay que apuntar más a los músculos que a la estructura ósea?
Debemos tener en cuenta que el hueso se fortalece con buena alimentación y nutrición adecuada, pero el músculo tiene la capacidad de regenerarse permanentemente siendo el principal estabilizador y responsable para que no progrese el deterioro de la columna. Por eso nosotros hacemos hincapié en la parte muscular.
¿Es por eso que ustedes indican la kinesiología y los tratamientos de rehabilitación postural?
Disponemos de un buen equipo de profesionales que se dedican a la rehabilitación de miembros inferiores y superiores y también están muy bien preparados para hacer los trabajos de rehabilitación de columna que es lo que yo más solicito, recurriendo a terapias posturales o terapias manuales. Es para nosotros un respaldo que nos ayuda a recuperar a nuestros pacientes. Con la rehabilitación física de los pacientes lo que buscamos son los resultados y los medimos en relación a la mejora en la calidad de vida de los mismos.
Con relación a las malas posturas, ¿qué puede hacer un adulto ahora para corregirlas?
El malestar de la columna no solo depende de las posturas sino de la situación que vive esa persona. Las posturas suelen estar viciadas desde cómo nos levantamos a cómo nos sentamos, la carga horaria que le imprimimos a nuestras actividades, la falta de descanso. Son muchas las cosas que hacemos mal para responsabilizar a una de ellas del dolor.
¿Hay que corregir mucho?
Tenemos mucho qué corregir; desde cómo nos levantamos hasta cómo nos higienizamos. Creemos que son cosas que sabemos, sin embargo, hay muchos movimientos que debemos corregir. Lo que ocurre es que nunca nos enseñaron cosas tan simples como algunas maniobras para levantarnos sentarnos, o caminar. Por eso no lo tenemos incorporado. La ciencia en cuestiones de lo postural ha avanzado mucho.
Son muchas maniobras que hacemos mal por ignorar la forma adecuada de hacerla; pero la buena noticia es que se pueden corregir. Tenemos pacientes de todas las edades, cuando los derivamos para que hagan tratamientos de rehabilitación postural, nos cuentan que les cambia la vida hacer pequeñas modificaciones en sus movimientos o posturas; todo lo cual debe ir acompañado de trabajos físicos.