Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial se calcula que aproximadamente 1300 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia de la visión de lejos o de cerca. Con respecto a la visión de lejos, 188,5 millones de personas tienen una deficiencia visual moderada, 217 millones tienen una deficiencia visual de moderada a grave y 36 millones son ciegas. Por otro lado, 826 millones de personas padecen una deficiencia de la visión de cerca.
El crecimiento y envejecimiento de la población aumentarán el riesgo de que más personas se vean afectadas por una deficiencia visual. Las causas de la visión deficiente son: errores de refracción no corregidos, cataratas, glaucoma, retinopatía diabética, opacidad de la córnea y tracoma. En relación a esto, Rosario 3 le preguntó al doctor Gabriel Bercovich, médico oftalmólogo y docente universitario, ¿qué es el glaucoma?
- El glaucoma es una lesión que ocurre en el nervio óptico, generalmente causada por un aumento de la presión ocular, que puede deberse a diversas razones, mayoritariamente anatómicas; es decir, por causas propias del ojo, por cuestiones inherentes a la estructura de los ojos. Al subir la presión se genera un daño a nivel del nervio óptico. Cuando éste se daña, esta acción se traduce en una disminución del campo visual, el que no se nota en un principio, y después, lo que se altera es la agudeza visual. Allí es cuando ya se llega tarde a la consulta, ya que lo perdido no se puede recuperar. Es por esto que insistimos con las campañas de educación y prevención del glaucoma y de qué manera cuidarse para evitar que el mismo genere lesiones irreversibles.
- ¿Cómo se detecta el glaucoma?
- Han surgido estos últimos años métodos de diagnóstico que nos permiten llegar a tiempo para detectar el glaucoma. Hace 20 o 30 años, los métodos que disponíamos para diagnosticarlo eran demasiado simples, tan solo tomábamos la presión ocular del paciente en el consultorio, evaluábamos el nervio óptico con el fondo de ojos. Esta metodología no ha perdido importancia, pero la mayoría de las veces llegábamos tarde. Hoy tenemos la posibilidad, en pacientes con factores de riesgo incrementados, como antecedentes en su familia, o el haberle detectado la presión ocular tempranamente, o vemos que sus estructuras anatómicas nos inducen a pensar en un futuro glaucoma, de realizarles estudios complementarios que nos permiten llegar a tiempo, es decir, tempranamente al diagnóstico de glaucoma, para indicarles los tratamientos adecuados y hacer que la enfermedad se controle mucho antes de que se produzcan daños irreversibles en las estructuras vitales.
- ¿Cómo son estos estudios?
- Estos estudios son de tipo tomográficos que toman imágenes tridimensionales del nervio óptico y de la capa de fibras que está alrededor del nervio óptico. Además, nos permite estudiar de forma cualitativa y cuantitativa las características del nervio óptico que es el que más sufre de la agresión de la alta presión ocular. Se trata de un estudio muy simple, no es cruento, ni invasivo.
- ¿De qué manera se realizan?
- Lo hacemos en el consultorio: el paciente apoya sobre un aparato pera y frente y nosotros le sacamos imágenes que el mismo equipo se encarga de analizar, recorriendo el nervio óptico detalladamente. Nosotros sumamos estos estudios a la clínica, junto con lo que el paciente nos aporta. Con esos datos y estos exámenes complementarios llegamos a un diagnóstico e instauramos el tratamiento tratando de llegar a tiempo antes de que el nervio óptico esté muy dañado.