Las visitas al dentista suelen ser postergadas por asiduidad, debido a que no suelen ser muy gratas. Boca abierta e inmovilizada, ruidosas máquinas perforando los dientes, agua y gas arrojado justo donde nos duelen hacen sufrir a más de uno. Pero esto podría cambiar gracias a las nuevas tecnologías, ya que en Inglaterra probaron con éxito el uso de la realidad virtual (VR) en las consultas odontológicas.

“El uso de la realidad virtual en la práctica clínica es cada vez mayor, nuestro trabajo demuestra que bajo unas condiciones adecuadas, esta tecnología puede ser empleada para ayudar tanto a los pacientes como a los profesionales”, explicó Karin Tanja-Dijkstra, directora de la investigación que desarrolló la Universidad de Plymouth (Reino Unido).

La VR empezó con un uso lúdico, pero de a poco incursionó en otros rubros, como por ejemplo la posibilidad de recorrer lugares turísticos y moverse a través de un casco y una serie de comandos. Este estudio dio un paso más y buscó comprobar si podía hacer que la visita al dentista fuera, al menos, menos ingrata de lo habitual.

Para responder a esta pregunta, los autores contaron con la participación de 70 pacientes que, de acuerdo con un criterio totalmente aleatorio, fueron tratados con el procedimiento habitual (sin VR) o con la ayuda de la realidad virtual en las que se les mostraba un paseo por una playa, según consignó ABC Salud.

Los resultados mostraron que aquellos que visitaron la playa virtual tuvieron menores niveles de ansiedad y dolor que quienes fueron tratados con procedimientos tradicionales.

“Nuestros estudios nos sugerían que la gente se mostraba más feliz y relajada cuando se encontraba en la costa. Por tanto, nos pareció natural analizar si podíamos ‘embotellar’ esta experiencia y utilizarla para ayudar a la población en contextos de atención sanitaria potencialmente estresantes”, dijo Mathew White, co-autor de la investigación. Y al parecer, dio resultado.