El invierno suele ser la época más común para contraer un resfrío, sin embargo este cuadro contagioso también puede padecerse en verano. Los virus que lo provocan son los mismos, y se transmiten cuando una persona enferma tose o estornuda, y también al tocar superficies u objetos que el individuo resfriado roza después de estornudar o toser.
Más allá de estas cuestiones comunes, hay ciertas condiciones propias del verano que tienden a bajar las defensas, lo que favorece que las personas que entran en contacto con estos virus puedan resfriarse, según consignó Doc Salud. Estas son:
• Permanecer mucho tiempo en ambientes con aire acondicionado. Estos aparatos pueden secar el revestimiento interno protector de la nariz, lo que disminuye su eficacia defensiva. Los cambios constantes de temperaturas internas y externas también afectan las vías aéreas.
• Excesivo estrés. Los exámenes, fechas límites para entregar trabajos y hasta los preparativos para las vacaciones pueden generar nerviosismo.
• Actividad física demasiado exigente y repentina.
• Viajar. En los vuelos de larga distancia, donde se comparte un espacio cerrado y reducido durante varias horas con muchas personas, es posible adquirir un resfrío de otros pasajeros que podrían estar enfermos.
En cuanto al tratamiento, dado que el resfrío es un cuadro de origen viral, se recomienda descansar, alimentarse e hidratarse bien hasta que el germen cumpla su ciclo y el cuadro se resuelva espontáneamente. Eventualmente pueden usarse medicamentos para la fiebre y descongestivos.