El cáncer de próstata es el de mayor incidencia en hombres en la Argentina, y es el tercero en cuanto a mortalidad, detrás del de pulmón y el colorrectal, según informa el Instituto Nacional del Cáncer. Aunque los casos de cáncer de próstata se dan en mayores de 70 años, hay un 5% que se presentan en menores de 50, y en estos casos suelen ser más agresivos.
Cada año se detectan en nuestro país unos 3.700 nuevos, pero lo destacado es que su mortalidad viene descendiendo un 4% anual. “Después de los 40/50 años a todos los hombres se les pide un PSA, un antígeno prostático. Junto a la visita al urólogo una vez al año conforman una manera de ir controlando su crecimiento”, afirma Carlos Pizzo, médico oncólogo y radioterapeuta, en diálogo con Rosario3.com.
“Así el hombre, al igual que la mujer que hace su control ginecológico y mamario, debe una vez al año, hacer el suyo para controlar preventivamente la próstata. Desde el año 1990 se comenzó a usar el PSA, que puede predecirnos anomalías prostáticas que están comenzando a afectarla”, manifestó y agregó ates de su implementación la consulta llegaba tardíamente.
¿Para qué sirve el PSA?
El PSA junto al examen urológico permiten detectar lesiones tempranas, que es cuando la medicina tiene recursos para hacerle frente al aumento del tamaño de la próstata. Estamos frente a una enfermedad con un alto nivel curativo, tomada en etapas tempranas. Podemos decir que con el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de próstata, en estos últimos 20 años, la ciencia ha podido cambiar la historia. Muchos pacientes llegaban ya con lesiones de mucho tiempo de evolución y con repercusiones en otras partes del organismo. A ellos sólo podíamos darles algo de confort, algo de calidad de vida y acompañamiento; pero no mucho más, no ofrecíamos tratamientos curativos.
¿Cómo les llegan los pacientes hoy a la consulta del radioterapeuta?
Derivado del urólogo con su diagnóstico. Hoy hemos logrado una mayor concientización de esta problemática y esto tiene que ver con el nivel cultural: a mayor nivel de información, los controles se comienzan a hacer en las edades recomendadas por las guías internacionales, lo que nos permite hacer el diagnóstico más temprano. A nosotros nos llega el paciente con diagnóstico con sus estudios y con una biopsia prostática confirmatoria.
Tengamos en cuenta que ese paciente se ha venido realizando el PSA con periodicidad anual, al igual que el tacto rectal para palpar la próstata. Luego la medicina recurre a ecografías, tomografías y ahora se hacen estudios de imágenes con tomografías fusionadas que permiten a su vez utilizar un material que detecta anomalías prostáticas. Todo lo cual ha beneficiado a los pacientes que se someten en tiempo a los exámenes de control periódicos.
¿Qué debe esperar el paciente a quien se le hizo un diagnóstico temprano?
La próstata de los pacientes con diagnóstico en etapas tempranas se puede separar en 4 grupos: un grupo de bajo riesgo y buen pronóstico; un grupo de riesgo intermedio; uno de riesgo alto y otro de riego muy alto. Lo que se evalúa es el estado de la próstata a través de un valor que se saca de la biopsia llamado valor Gleason que marca el grado de diferenciación celular.
Los pacientes de buen pronóstico que son la mayoría, que hicieron sus controles periódicos, pueden optar por un tratamiento curativo como la cirugía radical de la próstata; un tratamiento de radioterapia externa que es radioterapia tridimensional conformada; y otra opción es la braquiterapia que es el tratamiento directo sobre el tumor con la colocación de semillitas radioactivas de iodo 131 que se implantan en la próstata.
Este es un procedimiento quirúrgico, por lo cual el paciente lleva anestesia. Se hace bajo control de imágenes y se distribuyen las semillitas de acuerdo a una planificación previa; con esto nos aseguramos que se le entregue a la próstata una dosis adecuada. Luego el paciente se recupera en una sala hasta que se le retire el efecto de la anestesia luego de lo cual se retira por sus propios medios, a su domicilio. Se trata de un método de un bajo riesgo y bajas complicaciones y que cuenta con buenas estadísticas; en un paciente de buen pronóstico, el 85% estaría dentro del grupo de control de la enfermedad medida a los largo de 15 años.
¿El paciente requiere controles posteriores?
Sí, debe seguir con sus controles periódicos a través de PSA y según la Sociedad Americana de Radioterapia, se piden a los tres meses, luego a los seis meses el que marcará la tendencia del crecimiento de la próstata; si la fluctuación es leve como en la mayoría de los casos, el paciente no va a tener complicaciones. Pero si el PSA asciende en forma brusca, hay que estudiar nuevamente al paciente.
Hoy en día se ha ganado mucho terreno a la enfermedad, tenemos más confianza. Y tenemos muy buenos resultados por la detección precoz. Hoy ya se disponen de nuevos estudios basados en la inmunoterapia que puede agregar una nueva opción terapéutica. No olvidemos que la próstata es una glándula que tiene buena respuesta al tratamiento hormonal. Hoy, el índice de mortalidad ha evidenciado un paulatino descenso del orden de un 4% anual.