Un niño la presenta cuando moja la cama durante la noche, a una edad en la que el control nocturno ya debería estar presente, precisamente a partir de los 5 o 6 años.
“Durante el día, la vejiga se llena gradualmente de orina que proviene de los riñones. Cuando alcanza su máxima capacidad, la vejiga, que es una pequeña bolsa que se expande para poder contener el líquido, empieza a contraerse y envía mensajes al cerebro diciéndole que necesita vaciarse”, explicó la doctora Edurne Ormaechea, Uróloga infantil del Hospital Italiano a cargo del Centro de Incontinencia Urinaria y Fecal infantil (CIUFI).
Los niños empiezan a ser conscientes de esta sensación de vaciar su vejiga alrededor de los 2 o 3 años y gradualmente comienzan a controlar esa urgencia.
“La mayoría de los niños tienen un buen control durante el día entre los 3 y 4 años. Es totalmente normal que a los 4 años un niño se moje durante la noche y tenga accidentes ocasionales. La vejiga y el cerebro se comunican de manera tal, que el niño se despierta cuando la vejiga necesita vaciarse”, indicó Ormaechea.
“Sin embargo, en algunos casos, no se emite la señal de tener la sensación de ir al baño. El desequilibrio durante la noche entre el tiempo de producción de orina y de la capacidad de la vejiga es la causa de la Enuresis”, agregó la doctora.
Esta condición repercute tanto en la calidad de vida del niño como de toda la familia, pues la enuresis consecuencias físicas y emocionales.
Dentro de sus causas podemos enumerar:
- Alteración del mecanismo de despertar.
- Alteraciones en la maduración.
- Vejiga hiperactiva.
- Sobreproducción de orina en la noche (poliuria).
- Deficiencias en la producción normal de hormona antidiurética.
- Causas orgánicas (algunas enfermedades pueden estar acompañadas de enuresis).
- Herencia.
- Causas psicológicas.
Hay opciones válidas de tratamiento cuando el síntoma persiste en la edad escolar:
- Medicación para reducir la producción excesiva de orina durante la noche (desmopresina).
- Medicación para aumentar la capacidad vesical y reducir la contractilidad excesiva (oxibutinina).
- Alarmas de enuresis, que solas o en combinación con medicación, enseñan al niño a reconocer el momento en que se moja y a inhibir la micción.