Si bien el uso de fuegos artificiales está prohibido en la ciudad, por estas fechas se suele escuchar el ruido de petardos. Para muchos, es símbolo de alegría, pero para otros, es terror puro. Las personas con autismo y los animales sufren terriblemente con los estruendos, por eso distintas organizaciones que trabajan sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y protectoras de animales, piden evitar el uso de fuegos de artificio.
En contacto con la periodista Evelin Machain del programa Radiópolis (Radio 2), Sol Mateo, integrante del grupo TGD Padres TEA Rosario explicó que las personas con TEA tienen hipersensibilidad auditiva, como algunos animales, y por eso padecen el ruido de las explosiones; sobre todo los niños.
“Esto no tiene nada de celebración para algunas familias”, señaló y graficó: muchas madres se pasan la Nochebuena encerradas en el baño con sus hijos para aislarlos lo más posible del ruido.
Además, Mateo indicó que, de acuerdo al grado de autismo, el sufrimiento es peor. Hay quienes no pueden verbalizar lo que les pasa y entonces el terror se profundiza y pueden llegan a autolesionarse. “Personas del espectro autista han manifestado que (la sensación) es como estar adentro de un bombardeo”, ilustró.
Por eso la organización TGD Padres TEA lanzó la campaña “Menos ruido, más luces”, para fomentar el uso de pirotecnia fría y dispositivos lumínicos como lásers, en lugar de los ruidosos fuegos artificiales. La pirotecnia fría es un tipo de fuego artificial que no quema. Está fabricada con químicos que al hacer combustión producen efectos luminosos y vistosos sin generar ruido ni humo.
Aparte de personas con autismo, los animales también padecen el uso de pirotecnia. Perros y gatos tienen una audición muy fina y los estruendos los perturban. En el caso de las aves, se agregan los destellos en el cielo que los desorientan.