Los fiscales Mario Gambacorta y Santiago Marquevich, a cargo de la Fiscalía Federal N° 2 de Rosario y de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), respectivamente, pidieron este jueves el procesamiento de los siete detenidos por el secuestro extorsivo exprés de Iván Papurello, que fue el 31 de marzo y por el cual su familia pagó casi 100 mil pesos para su liberación.
Tras ser apresados la semana pasada ante la inminencia de un nuevo hecho, los involucrados ya fueron indagados y permanecen detenidos a la espera de la resolución que adopte el juez Marcelo Bailaque, titular del Juzgado Federal N° 4.
Los fiscales, que trabajaron junto a la Policía de Investigaciones (PDI) de Santa Fe y a la División Antisecuestros de la Policía Federal Argentina, atribuyen Diego G., Miguel Ángel C., Dionisio G., Jonatan S., Miguel P., José Luis P. y Nilce T. haber participado del hecho, cada uno en distinto grado.
Paso a paso
Según la reconstrucción, Papurello fue interceptado alrededor de las 23.45 en las inmediaciones de Solís y Zuviría mientras se trasladaba en su Ford Fiesta. Dos de los secuestradores, que fingieron ser policías y con armas en la mano, lo hicieron descender y luego lo trasladaron al asiento trasero. Así, lo llevaron hasta su lugar de cautivero, una casa de Rodríguez al 3800. En el medio, abandonaron su auto.
La madre de la víctima recibió "diversas comunicaciones" en las cuales amenazaron con cortarle un dedo y asesinar a su hijo si no cumplía con el pago de un rescate, que fue pactado en 85 mil pesos y alhajas de oro.
En esos llamados, según fuentes judiciales, "los secuestradores referenciaron correctamente detalles del círculo íntimo, como negocios, propiedades, ubicaciones de elementos de valor en la casa, y detalles de la vida de los familiares". Los investigadores atribuyen eso a que uno de los detenidos está en pareja con una mujer que trabajó seis meses en el negocio familiar.
De acuerdo a la reconstrucción, ese monto fue entregado a las 4 de la mañana. Dos familiares de la víctima tuvieron que dejar una bolsa en las proximidades de una casilla dedicada al Gauchito Gil que está en Acevedo entre Carrasco y Ovidio Lagos, sobre la vereda sur.
Inmediatamente, la víctima escuchó cómo uno de los secuestradores confirmaba a los otros que habían recogido el botín. Minutos después, entró al lugar y se repartieron el dinero allí mismo.
La liberación del joven de 24 años se produjo cerca de las 4.20 en las inmediaciones de una plaza de la zona de Sastre y Garay. Ya en Ovidio Lagos al 3200, la víctima consiguió un taxi con el que fue a su casa, donde llegó cerca de las 5.
La prueba y el futuro
Entre la prueba, los fiscales federales reunieron elementos que estaban en poder de los investigados y que habían sido descriptos por la víctima, como un arma de fuego presuntamente empleada. También, las pericias sobre los teléfonos celulares y las ubicaciones de las antenas de cada uno al momento del hecho. Asimismo, una rueda de reconocimiento que dio positiva con al menos dos de los captores, que actuaron a cara descubierta.
También, que uno de los acusados efectuó compras "inmediatamente después del día del hecho". Los integrantes del Ministerio Público Fiscal indican que esas operaciones "son respaldadas por los tickets encontrados y secuestrados en su domicilio, cuyos valores, además, se condicen con la suma que fue pagada por el rescate".
Mientras la banda era investigada, las autoridades judiciales y policiales resolvieron anticipar los allanamientos, ya que estaban trabajando con escuchas en directo y captaron que anticipaba la inminencia de un nuevo secuestro extorsivo. En una conversación, uno de ellos avisa al otro: "¿Viste que el jueves es feriado jueves santo? Vamos a hacer lo que te dije". Eso precipitó las detenciones.
Ahora, el juez Bailaque deberá resolver la situación procesal de cada uno de ellos.