El cuerpo de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin presentaba perforaciones en el estómago y el esófago, según lo determinó la autopsia que le hicieron durante la madrugada. Ahora será clave determinar si esas lesiones previas, o al menos algunas de ellas, se produjeron durante o antes de la endoscopía durante la cual tuvo el paro cardiorrespiratorio que la mató.
Los peritos entienden que dilucidar eso para determinar si existieron responsabilidades de los médicos del Sanatorio de la Trinidad durante la endoscopía. Esto es, que Pérez Volpin no sufrió una muerte súbita.
Por pedido de la familia, el cuerpo de la periodista y legisladora fue sometido a la autopsia en la morgue judicial desde la madrugada.
Para saber si la anestesia tuvo influencia en el paro cardiorrespiratorio se necesitarán otros estudios y un análisis de sangre.
La causa fue caratulada como "homicidio culposo".